Prisas en el periodismo

Vía de Escape

Paco Cepeda 19/07/2022

Está claro que el Mundial de Qatar no sólo va a tener una incidencia todavía desconocida en la temporada que empezará ahora a mediados de agosto. Veremos seguramente a jugadores con opción de ir con su selección pero no fijos que se matarán en cada pelota como si le fuera la vida, y otros con plaza asegurada más medrosos. Eso lo vamos a ver, supongo. Pero también observo que este Mundial de la vergüenza está lastrando en este verano a otro mundo, uno que convive con los protagonistas, el del periodismo, que anda (andamos) descolocados por tener tanto tiempo para contar los chascarrillos del mercado. Como diría una persona muy querida, mucho, las cosas del verano son verdad pero puede que no ocurran. Porque los movimientos se dan, la mayoría, pero no se terminan culminando porque hacer un negocio en fútbol y que se cierre no es tan fácil como parece. En el periodismo tenemos prisas, estamos ávidos, necesitamos alimentar nuestros medios y los clubes cada vez son más herméticos, cada vez hay menos contenidos libres que vender, porque las entidades tienen sus redes sociales y se quieren ocupar del día a día en primera persona. Ahora más que nunca, los medios estamos para contar lo que las partes no quieren que se sepa, porque para lo oficial ya tienen sus canales perfectamente situados. Y el verano se hace eterno, seguramente también por el calor. Pero si todas las partes somos necesarias, este negocio no puede parar tanto tiempo, hay que darle alpiste el canario porque, paradójicamente, ahora es cuando más expectación hay en el usuario. En fechas de mercadeo hay más internautas, televidentes y radioyentes que nunca, porque lectores (de periódicos) quedan tres: Lucas Haurie y dos más.