Un petardo histórico

Vía de Escape

Pocas veces una dirigencia del Real Betis ha hecho un ridículo tan espantoso como el que ha perpetrado este consejo de administración. El actual campeón de Copa del Rey, una delicia en el campo de la mano de don Manuel Pellegrini, no ha podido inscribir para el primer partido de Liga hasta a siete jugadores del primer plantel porque no se cumple con los límites salariales. Incluso con la venta de Bartra, que entre lo que se saca y lo que se ahorra se liberan algo menos de diez millones, apenas si se podría inscribir a un jugador, Luis Felipe, porque al estar excedido el tope de salarios, sólo se puede invertir uno de cuatro euros ahorrados. Un desastre en toda regla.

Si hace unos meses, Ángel Haro y José Miguel López Catalán se subieron al autobús de las celebraciones porque fueron parte del gran triunfo bético, hoy al menos deberían salir para explicarle a los béticos cuál es el plan, porque el conjunto verdiblanco no encuentra soluciones y el 1 de septiembre se acerca. Si ya no inscribir a jugadores en la primera jornada es gravísimo, no sabríamos calificar qué significaría que al cierre oficial del mercado se quedaran efectivos válidos inhabilitados administrativamente hablando.

El problema viene de atrás. El Betis ha vivido por encima de sus posibilidades y eso le ha permitido ni más ni menos que ganar una Copa y quedar quinto en la Liga española. Pero en los despachos, porque se temía que le movieran las sillas tras varios fracasos, se asumieron unos riesgos intolerables que se están pagando ahora y que nos tememos que se seguirán pagando en un futuro a medio plazo. Porque este Betis tiene poquísimo margen de maniobra en el mercado ya que sus jugadores diferenciales están en una edad de no salir por grandes cantidades y además cobran sumas muy importantes que desgraciadamente el Betis, con sus ingresos recurrentes, no puede soportar. A los futbolistas, por eso y porque están muy bien en el club, les cuesta una barbaridad salir, lo hemos visto con Álex Moreno y ahora con Bartra, que todavía es capaz de decirle al piloto que lo lleva a Turquía que dé la vuelta.

No queremos ni imaginar qué se habría dicho y escrito de otros gestores con menos protección mediática. Entre los afines, los mandamases verdiblancos filtran que la Liga será más flexible el 1 de septiembre, puede ser, porque también es un ridículo muy grande para la patronal futbolística que el Betis y en mucha mayor medida el FC Barcelona, hayan llegado a este punto supuestamente cuando han estado controlados económicamente en pasados ejercicios. El Barcelona tiene la suerte de ser un club-ministerio. El Betis ha sido y existen dudas sobre si todavía es un club-consejería, pero tiene mucha menos protección y recursos que el Barcelona. 

Afortunadamente para el bético, los arrinconados dirigentes, cuando se pusieron en manos de Pellegrini y Cordón, acertaron en esas contrataciones, sobre todo en el caso del entrenador, y disfrutan de un muy buen equipo de fútbol, pero en el área de responsabilidad más directa y clara de Haro y Catalán, la de la gestión, han hecho el ridículo, después de presumir de másters y de conocimientos profundos de economía. Pues aquí están, con el agua al cuello. Donde no fallan, porque en eso sí que son unos monstruos absolutos, es en tener controlado el entorno. En esa materia están en el top tres del mundo, preparados incluso para dar clases magistrales.