También sabe sufrir

Vía de Escape

Paco Cepeda 27/08/2022

El líder de Primera división, el Real Betis Balompié, también está hecho de corazón y granito. Sabíamos, desde hace tiempo, que Manuel Pellegrini le había dado mucho sentido y fútbol. También que poco a poco, el chileno ha hecho que su equipo encaje menos goles en cada temporada. Pero a base de todo eso, ganando en confianza y creyéndose lo buenos que son, pero sin olvidar la base de que se juega en equipo, el Real Betis cada vez está más convencido de que puede estar muy arriba y esa ilusión hace que casi todo el mundo sea solidario y dé un 200%. 

Ante un buen Osasuna, muy intenso, con delanteros muy incómodos, ha tenido que picar piedra, sobre todo cuando el árbitro decretó la expulsión de Pezzella, que con el VAR en la mano, es justa. Tuvo el Betis 20 minutos mal contados de ese fútbol total que tiene loca a su gente, y llegó el golazo de Borja Iglesias que vale tres puntos. Y luego se vio a un Edgar imperial, evitando que el poderoso juego aéreo de Osasuna arañase al menos un empate cuando se vio en superioridad numérica.

Pero el Betis jugó con otra arma, que ha tenido siempre en su canana, aunque muchas veces se le ha olvidado. El Benito Villamarín, en estos momentos, es una locura en el mejor sentido de la palabra. Extrañaba que con esa cantidad y calidad de afición, el Betis no sacase más rendimiento de su condición de local. Con el equipo en la palma de la mano de su entrenador y con todo el mundo enchufado, eso va a cambiar, seguro, porque es muy difícil que no sea así con tanta energía positiva proyectada sobre una misma cosa: el triunfo del Betis.