Perfecto Francis; ahora a firmar a un lateral derecho

Vía de Escape

Paco Cepeda 29/09/2018

Una expresión muy futbolera, la que más diría yo es la de "hemos tapado bocas". A veces pienso que no es una casualidad, ni son calentones, que se debe todo a la denominada motivación interna. No hay nada que le siente mejor a un grupo, y los entrenadores lo saben, que tener un enemigo, para por dentro cerrar filas. Los míos contra el resto del mundo. Yo sí que soy de los míos. Este chico Francis ha sido el elegido, como en su momento Nahuel o Narváez. Por parte de la crítica y la grada, de forma bastante extendida, se dice que a día de hoy el chaval no parece tener nivel de Eurobetis. En la ciudad deportiva, técnicos de la casa pronuncian sin mucho reparo el famoso "se lo va a cargar, está verde para jugar en ese puesto en élite". En el lenguaje no verbal de los futbolistas se detecta claramente que no es la primera opción ni la segunda cuando se trata de echar la pelota al compañero... Y llega el encuentro en Girona, siendo el chaval uno de los tres o cuatro jugadores más discretos del partido, y da un pase de gol, muy bien, ya relatado, más contado que los centros de Gordillo, pero como es bandera del yo y los míos contra todos los demás, hay que exagerar su actuación. Estadísticas que supuestamente acreditan que con Francis la vida es mejor, risitas de "ya lo dije yo" cuando da un pase bueno, sin más, de los que se tienen que dar más veces que menos, y ahora hay que 'mamar' porque sí. Pues bien, yo opino, pienso, expongo, sostengo, sin sentar cátedra de ningún tipo, como una opinión más, la menos válida, la última, pero la mía, que el Betis, en la obligación permanente de crecer todos los días y en todo, una de las cosas que podría hacer perfectamente es la de reforzar su puesto de lateral derecho mejor en enero que en junio y mejor con dos que con uno, porque a la vista está que el entrenador no le ve nivel a Barragán. Pero claro, pensar en una posible mejora, sin estridencias, sin fundamentalismos, debe ser malo para la entidad, cosa de malos aficionados, malos periodistas, malas personas en general. Y es verdad que los Nahuel, Narváez o Francis, alguno de ellos, sorprende y sirve para la élite, ha pasado, pasa y pasará, pero la mayoría de las ocasiones, lo que ocurre normalmente es que marchan cedidos o traspasados a entidades de menos exigencia deportiva para ir encontrando su verdadero nivel. Ojalá que Francis sea de esos pocos que se salen de la regla, que de verdad sea el jugador que ve Setién y sus adeptos, pero algunos no somos adivinos, sólo vemos partidos y contamos lo que vemos, desde la subjetividad propia de ser un sujeto, no un objeto.