El día después

Vía de Escape

Paco Cepeda 19/06/2019

Pues ya están pormenorizadas las dos versiones. Haro&Catalán, y Serra, han explicado la salida del balear del Betis y han dado incluso más detalles de los habituales. Le toca a usted, si lo desea, mostrarse más cercano a unas explicaciones que a las otras. A estas alturas da casi igual lo que opine la denominada crítica profesional. Queda por tanto el análisis de lo que está por llegar, del futuro, aunque el pasado, sobre todo si las cosas se tuercen, va a estar muy presente. Ojalá que no sea así. Y después de todo lo vivido, tengo el convencimiento de que el Betis, con las carencias que se están volviendo crónicas, está en las manos que debe estar, en un grupo, ABA, asentado, con respaldo accionarial importante que debe gobernar, eso sí, sabiendo que debe seguir convenciendo a mucha gente de que el camino es el adecuado. Y estos señores Haro y Catalán, sin abandonar el plan, su libro de ruta, les toca dulcificarse una mijita, no eternizar tanta colisión, porque no es bueno ni para ellos ni para el Betis. Y sobre todo deberían aplicar una flexibilidad mayor en el plan. Nadie en su sano juicio puede estar en contra de un plan de modernización y digitalización de un área de trabajo. Como en el caso de Setién, nadie puede estar en contra de jugar bien, pero no todos tenemos el mismo criterio a la hora de señalar qué es jugar bien. Con el nuevo modelo de trabajo del área deportiva pasa lo mismo. Todos los conocimientos y habilidades son bien recibidos, pero lo primero que tiene que aprender un dirigente futbolero es que debe salirse todo lo posible del pim pam pum. Los entrenadores y directores deportivos caen por los resultados, los dirigentes deben sobrevivir, para la estabilidad de la entidad. Hay que controlar, modernizar...pero tener un paraguas, un muro de contención, un Serra, porque si no, todo el proyecto se tambalea si el balón da en el palo.

Ya no entro siquiera en si Catalán está o no preparado para opinar de si este jugador o aquel es bueno, malo o regular, no entro en algo tan básico, porque antes de eso está lo principal: que un dirigente debe estar protegido, porque en el fútbol, señores mandamases, la gente no es, por este orden, ni de perodistas ni de árbitros ni de dirigentes. Los tres 'gremios' somos necesarios en este circo, pero nunca tendremos el favor de la gente. Somos los responsables de aguantar la frustración de la grada. El periodista siempre será del equipo rival, su crítica siempre será exagerada cuando es negativa e insuficiente cuando sea positiva. El árbitro siempre será del otro equipo. Siempre pitará mal. Y los dirigentes, pues igual. En este mundo los héroes son los que tienen que ver con el césped, más cerca del verde, más que ver. Reflexionen sobre ello.