Más, mucho más

Vía de Escape

Paco Cepeda 25/05/2020

Los cuatro jugadores del Sevilla autopillados con el carrito del helado han demostrado su nivelito. No tiene más historia. Han hecho lo peor en el peor momento, con publicidad, la publicidad barata de estos tiempos en los que cualquiera genera corrientes de opinión. Pero ya mi compañero Víctor Fernández se pronuncia más extensamente sobre el denominado estercolero del pajarito y de sus herramientas análogas. Prefiero centrarme hoy en los jugadores. Han hecho por ahora lo mínimo, pero lo mínimo, han pedido disculpas y prometen no hacerlo más. Me recuerdan a mis hijas. Y yo, como padre, unas veces sí, otras no, me veo obligado a aceptar por supuesto esas disculpas y el propósito de enmienda, pero otras no tengo más remedio que acudir a la respuesta en forma de castigo, ahora se llamará de otro modo, pero la palabra que me sale es la de castigo. Y en el caso de los jugadores del Sevilla, como mínimo, se les tiene que tocar el bolsillo, y en esta ocasión seguramente no para las famosas cenas de grupo. Tienen que pagar test para ellos y para más gente y de forma voluntaria acudir a la Policía a pagar también la multa que corresponda. Sí, son un ejemplo, para lo bueno y lo malo. Tienen toda una autopista de seguridad (poque generan un dinero que hace falta) y por eso gozan de estos privilegios de todo tipo. Así que leña a sus bolsillos. El Sevilla seguramente sea tímido en eso, porque como diría aquel entrenador galés, depende una barbaridad de estos cabritos, pero LaLiga y sobre toda la autoridad pertinente, que cruja, y bien crujido. Es lo mínimo.