Hace falta magia

Vía de Escape

Paco Cepeda 04/01/2022

Creo que ha sido el incisivo Manolo Aguilar quien ha apodado a Monchi como el Mago de San Fernando. Si ha sido otro que me perdone, es que he andado algo despistado últimamente y yo al menos se lo he escuchado a él. Y hoy, con más sentido que nunca, el Sevilla necesita magia. Tiene puntos, muchos, muchísimos, y unos enemigos que son fuertes, faltaría más, pero menos que otros años, como se demuestra en cada jornada. La Liga, para un club como el Sevilla, siempre debe ser un sueño, nunca una obligación, pero se huele en el ambiente que si puede ser alguna vez, es ésta, y se habla de ello mucho más que cuando más cerca estuvo de conseguirla, con Juande en la campaña 2006-07. No me canso de decir que la mayor parte de los periódicos de la época, en vísperas de un Mallorca-Sevilla vital, abrían sus informaciones de deportes con el permiso o no de Brasil a Dani Alves para que se quedara a jugar la Copa del Rey y se incorporara a la selección brasilera un poco más tarde. No llegaron a 400 los aficionados del Sevilla, sin pandemia, que se trasladaron a Mallorca para ver un partido que pudo y debió ser histórico. Nadie creyó en el Sevilla. Hoy en día se habla de la Liga cuando acaba de empezar enero. Eso es más bueno que malo, aunque sea una empresa tan compleja porque Lopetegui no tiene el superequipo de Juande. Por eso hace falta magia, para darle fantasía a un equipo que parece sacado de una fábrica alemana-japonesa. Hace falta ataque, uno contra uno, piernas e imaginación, que de lo otro tiene de sobra. Y hace falta la magia del Mago, que se invente dos fichajes de los que hace cuando tiene menos, de los que justifican su condición de director deportivo top para que Lopetegui se quiebre la cabeza más y gane con más facilidad, no por nada, sino porque cuando se está tan igualado, se sufre más, y no sólo el aficionado, también el jugador. Algunos caen lesionados por estrés. Pasa como en el tenis, Rafa Nadal necesita darlo todo para ganar, y tiene el cuerpo desbaratado, sin embargo Federer y Djokovic son capaces de vencer muchos partidos, y reservarse por tanto, a mitad de baterías. Magia, hace falta mucha magia.