muchodeporte.com : Javier González-Cotta

Al diablo Qatar

Esplendor en la Hierba
Javier González-Cotta
Javier González-Cotta
18/11/2022

A ver, pregunta al vuelo. ¿Qué hará el hincha cabal este domingo 20 a eso de las cinco de la tarde? Qué pregunta más tonta, dirán todos. ¿Qué otra cosa no habrá que ver si no el primer partido del Mundial entre Ecuador y Qatar? ¡Craso error! Quien así responda será sancionado por hincha falso y felón. El más racial forofo de ley, a las cinco de la tarde del domingo, sólo tendrá ojos para otro partido en la cumbre. Lo local es lo universal. En el estadio del Arcángel, el Córdoba CF y el Linares Deportivo, estarán dirimiendo a esa hora la segunda parte de un duelo de gallitos del Grupo I de Primera Federación. Un lujo solapado. Todo un soplo de autenticidad futbolera.

En medio de estos días de previa qatarí, en el fútbol más cercano no se ha hablado de otra cosa que del extraordinario ambiente que se va a vivir en el ‘Arcanfield’ (se cantará el himno a capela del Córdoba y quien lo escuche viajará fugazmente al estadio de Anfield, hogar y caja acústica del Liverpool). En Doha, entre tanta Fatma con ‘shayla’ o negro niqab y tanto Al-Thani con ‘ghafiya’ y blanca túnica ‘thoub’, las aficiones de las distintas selecciones llegadas a Qatar se mezclarán con los postizos y ridículos nativos. A modo de pasacalles, estos sujetos son los que los organizadores han repartido por Doha y alrededores. Se los ve junto a los fulgurantes estadios, cual falsos seguidores, vestidos todos con los colores de las diversas selecciones. Todo sea por aquello de dar ambiente y rebajar tensiones en el riquísimo país regido por la ‘sharía’. Nada que ver con la felicísima hermandad internacional que se prodigará entre cordobeses y linarenses. O sea, entre el blanco y verde omeya y el azul de los visitantes. Fiesta del perol y canciones compartidas de Raphael, embajador de Linares, mientras la peña amiga emprende camino hacia El Arcángel.

No es que uno pretenda repartir títulos de aficionado puro y verdadero. Pero creo que es verdad que hay momentos históricos en los que se nos pone a prueba como hinchas pretorianos. Entre tanta tentación del Golfo Pérsico, el juramento de fidelidad impone su esclarecida luz a los que profesan, como es mi caso, la fe tribal por el fútbol de otro tiempo, ajeno a memeces tales como, por ejemplo, el debate surgido sobre las artes mediáticas de Luis Enrique como ‘streamer’.

Claro que la Liga Smartbank continúa su decurso en mitad del ignominioso Mundial. Pero el giro hacia lo auténtico nos lleva a pellizcar aún más la víscera del hincha furibundo. ¿Histrionismo? ¿Impostación? ¿Postureo para hacer relleno con esta columna? No importa, que cada cual nos juzgue a gusto del consumidor. Pero yo al menos estaré a lo mío el domingo, centrado en el duelo de titanes entre el Córdoba y el Linares. Ni un solo partido de todos los de la primera fase del Mundial nos regalará tanto interés y seducción como el de este envite de gallos del Grupo I de Primera Federación (ríanse del gallo de la selección francesa).

Además, Italia no jugará en Qatar. Hace mucho que no disputa una Copa del Mundo. Largo duelo. Uno le ha profesado siempre su devoción a Italia por el azul eléctrico de su maravillosa camiseta, la que va de los triunfales Mundiales del 34 y el 38, con aquel gran escudo fascista en el pecho (tan bello como inquietante), a la zamarra de España 82 (la ‘azzurra’ del exitoso Mundial de 2006, como casi todo en el siglo XXI, no fue tan bonita). El hincha de ley que nos ocupa hallará consuelo el domingo con el llamado azul Linares, el que gasta el club linarense. Al diablo Qatar.


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