El arte de hacerse las preguntas adecuadas
La tregua
Lucas Haurie 06/09/2022 |
“El secreto en la vida no es dar respuestas a viejas preguntas, sino hacernos nuevas preguntas para encontrar nuevos caminos”. Así hablaba Albert Einstein sobre lo que la psicología moderna reformula como “la importancia de hacerse las preguntas adecuadas”. Quo vadis? (¿Adónde vas?), resumen los libros apócrifos que narran los ‘Hechos de los apóstoles’ y eso es exactamente lo que debe cuestionarse el Sevilla. La pregunta adecuada, o sea, es hacia qué lugar se dirige esta plantilla profesional –entrenador incluido– que ha armado Monchi. Y, más concretamente, ¿garantiza la militancia en Primera división la temporada próxima? Hoy, todos los indicios apuntan a que no.
Podría parecer exagerada la cuestión, y puede que lo sea, pero ahí está esa señora tan tozuda llamada Doña Historia para recordarnos a multitud de accidentados que tropezaron desde la Champions hasta las inmediaciones del descenso –cayendo o sin caer– pensado que el codearse con la aristocracia los miércoles los libraba del barro dominical: Valencia, Villarreal, Real Sociedad, Celta, Betis, Deportivo, Mallorca… pueden dar testimonio de cuán dura se hace una temporada si el club, desde el presidente hasta el último hincha, no está para ciertos trotes. Las goleadas de Barcelona y City en el Sánchez-Pizjuán son tristes per se, vale, pero dolorosísimas si se admite la evidencia de que el rival jugó en ambas ocasiones a ritmo de entrenamiento y con un punto de conmiseración.
Con semejante panorama, echar cuentas sobre una remontada en Liga en vísperas de una visita en teoría asequible (¿existe tal cosa ahora?) a Cornellá, fiar la supervivencia en Europa a un doble duelo con el Borussia (pero, ¿esta gente va a ser capaz de ganarle al Copenhague?) o esperar que el rendimiento de Gnagnonao y Augustelleson propulse al equipo hacia altas cotas es engañarse. La pregunta adecuada es, o sea, ¿está comprometida la permanencia en Primera del Sevilla? Y la respuesta honesta, la única que contribuir a encontrar una solución, es: por supuesto que lo está. De modo que es perentorio aplicar la terapia de electroshock del cambio de entrenador para que, en enero, el plantel decadente, sin alma ni fuelle, navegue por la media tabla y siga vivo en la Europa League o en la Copa para poder ponerle algo de picante a la primavera.
Por terminar con Albert Einstein, con quien comenzamos, traigamos una cita que se le atribuye pese a que jamás la profirió: “La locura consiste en hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes”. Después de cinco partidos del inicio de temporada con un plan fracasado que se debe adicionar a los cinco últimos meses de la campaña pasada, es una locura pensar que, de repente, los marcadores van a volver a sonreír.
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