Los becarios de Piqué

La tregua

Paco Cepeda 26/03/2023

El espectáculo-negocio de nueva generación que ha montado Piqué con la participación de algunos streamers, la denominada Kings League, ha llenado el Camp Nou con más de 92.000 espectadores presenciales y con una audiencia que por momentos ha superado los dos millones de usuarios en twitch. Eso es un éxito indudable. Se pueden sacar algunas conclusiones, no muchas, porque hay que darle recorrido al invento para ser más preciso en el análisis, pero a mí me ha dejado ya varias impresiones y confirmado algunas certezas. La primera es que Piqué ve el dinero detrás de una tapia. Ya supimos que ganaba como dueño de Kosmos cuatro millones por edición de la Supercopa de España, muchas veces más que el Real Betis por competir. Vaya bicharraco el catalán. Y ya sabemos que su nuevo juguete, fútbolísticamente hablando, es de becarios y de ex profesionales que lo que quieren es echar un buen rato en Barcelona lejos de casa y que cobran 400 euros por encuentro más el desplazamiento. Eso hemos podido confirmar por un ex futbolista sevillano que voy a mantener en el anonimato porque es obligación y porque en realidad me da hasta un poco de vergüenza revelar que el tal Piqué lo 'explota' con cierto descaro. 

Todo lo demás es un negocio de muchos ceros, con patrocinios potentes que forran a Piqué, pero el pretexto, el deporte, se paga a nivel de currito de toda la vida. Un genio el ex jugador del Barcelona, que apuesta por el lujo máximo en cuanto al espectáculo, a la puesta en escena, artistas caros y de gran caché, pero pagando como becarios a los del césped. Lo de Piqué es una traición en toda regla al gremio al que ha pertenecido, es una tomadura de pelo de las más gordas que he conocido. 

No sé si el fútbol de verdad, o lo que queda de él, le debe temer a estos eventos que concentran a la chavalería y a otros no tan jóvenes. No sé si es un competidor del fútbol, me parece que no, en ningún caso, pero lo que demuestra es que la comunicación, no el periodismo, me refiero a la comunicación, es mucho más potente que la habilidad con un balón. Los jugadores que ayudan a Piqué en la tremenda campaña de márketing del producto, incluso los medios de comunicación tradicionales, tan anticuados e inmovilistas hace unos años y ahora dispuestos a todo por intentar cazar al público juvenil o infantil, están siendo cooperantes necesarios de un fenómeno que demuestra ser millonario sin necesidad de Messi, del Real Madrid o de los periodistas influyentes de sueldos que quitan el hipo. Como con twitter, los hay que ponen su patrimonio en juego para alimentar el pollito de otro. Seguiremos observando el fenómeno desde una prudente barrera. Otros más listos le sacarán ventaja, pero me extraña que alguien más allá de Kosmos y los colegas de Piqué ganen algo con darle vuelo a esto.