No hay más gurú que Setién

La tregua

Lucas Haurie 04/02/2019

Por su interés, reproducimos el artículo publicado por el autor de este blog en la edición andaluza de La Razón.

Domó a la bestia negra. Hacía más de cinco meses que no perdía el Atlético en Liga y fue a caer justo cuando el Barcelona le había brindado la ocasión de acercársele a tiro de un partido. A Diego Simeone nunca lo habían derrotado ni el Betis ni Quique Setién, a quien sus detractores afean su (presunta) falta de competitividad. Pues el gurú, ayer, revolcó al equipo más granítico de Europa entre dos duelos coperos de la máxima exigencia, rotando a voluntad y con herramientas tan modestas como Sergio León, Kaptoum y Francis, entre otros. Todo el mundo tiene su parte de culpa en los éxitos: aquí y ahora, él más que nadie.

Llora y vencerás. Como el libro de estilo de la casa proscribe la sobredosis de azúcar, ahí va el "memento mori" al genio de los banquillos en sus días de máximo triunfo: la parte más fea del fútbol es la tendencia de sus protagonistas a sacar ventaja de cualquier circunstancia. El llanto persistente contra el arbitraje con los que decora cada derrota se torna cínico silencio en los días de decisiones controvertidas pero favorables. Su duelo del jueves con Marcelino podría estar patrocinado por Kleenex. En este aspecto, sí lo superó ayer Simeone.

Oído en el Villamarín. Al recién llegado Jesé o a Setién, su mentor, habrá de explicarle alguien la diferencia entre el término genérico "gracia" y "guasa", la variante sevillana que se caracteriza por ser siempre un arma arrojadiza contra el prójimo. Salió a calentar el canario, de quien se dice que ha perdido veinte arrobas, pero sus cuartos traseros eran los de un percherón sobrealimentado. Quien más quien menos, a todos extrañaba la pinta del fichaje hasta que un espontáneo dictó sentencia: "Que alguien vaya a buscarle vaselina a ese muchacho, que se está rozando los muslos". El fútbol, a veces, sorprende pero nadie apostaría por un rendimiento potable de este ¿refuerzo?