Adiós a Setién, el gurú sin empatía
La tregua
Lucas Haurie 20/05/2019 |
Reproducimos el artículo publicado por el autor de este blog en la edición de La Razón de Andalucía el lunes, 20 de mayo.
Pocas veces en su larga, respetable pero poco laureada historia ha jugado el Real Betis con la brillantez con la que se ha desempeñado en muchos partidos de las dos últimas temporadas, esto lo reconocen hasta los más acérrimos detractores de Quique Setién, que en Sevilla son legión: mitad porque se le generó, artificialmente y mediante la malévola mano de titiritero de Serra Ferrer, un clima de insoportable hostilidad, y mitad porque, hombre tozudo como buen supremacista septentrional que recala en el sur, él nunca se esforzó por caer bien. No era cuestión de darse golpes de orangután sobre el escudo del Betis, pero tampoco tenía que haber cultivado el hobby de tocarle los dídimos permanentemente a la afición verdiblanca; que es fiel como pocas, sí, pero no consentidora. Creerse inteligente es justo lo contrario de ser inteligente.
Hitos históricos. Algunos de los logros de Setién, a quien afean de forma mendaz e interesada su escaso botín contable, son historia grande en la historia (valen los mismos calificativos de antes) del Real Betis. No pudo ser el primer técnico en meter al equipo dos años seguidos en Europa, lo que relativiza la dimensión de su fracaso en esta Liga, pero le clavó una manita al Sevilla en el Pizjuán; venció en el San Siro y en el Camp Nou; reincidió con dos triunfos seguidos en el campo del Real Madrid, gesta inédita desde los años treinta, cuando lo logró el legendario Patrick O'Connell, y ha sido el primer entrenador en quince años en ganar la misma temporada en el Bernabéu y el feudo del Barça. Vendrá otro que, a lo mejor, colmará de plata sala de trofeos del Benito Villamarín. O no. Lo que es seguro es que ciertas cosas que hizo Setién permanecerán durante muchos lustros en los anales.
Cuestión de celos. La salida del entrenador cántabro lleva aparejado el triunfo de Serra en su guerra de egos con Ángel Haro y Josemi López Catalán, los consejeros delegados de la entidad. No son dos dirigentes, sobre todo el primero, dispuestos a adoptar un perfil bajo para que el técnico mallorquín planifique a su antojo con la consiguiente cosecha de méritos y de... bueno, de esas otras cosas que el lector sabe. El presidente, en la Feria, ponderó la honradez de Setién. Y pasó por alto las virtudes de su vicepresidente deportivo, que las tiene a puñados.
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