El (posible) fichaje más simbólico

La tregua

Lucas Haurie 09/07/2019

Las posibles desventajas de incorporar a Dani Ceballos están clarísimas: su entorno no es fiable, él mismo ha dado varias muestras de tener un cable pelado y su primer contacto con la élite de verdad, el Real Madrid, lo denuncia a esos niveles como un futbolista entre anónimo e insignificante. Es verdad que ha deslumbrado en la recién disputado Eurocopa sub 21, pero no es menos cierto que ya fue MVP del mismo torneo hace dos años… dos años que han transcurrido sin progreso alguno en su fútbol. Debe agregarse, encima, que su precio y su soldada estarán acordes con su procedencia, no con el rendimiento ofrecido contra rivales de categoría absoluta. Viene del Real Madrid, o sea, que costará y cobrará como un jugador del Real Madrid. No son pocas condiciones disuasorias, ¿verdad? Pues que lo fiche quien pueda. Cuanto antes.

La llegada de Dani Ceballos al Sevilla sería, antes que nada, la de un excepcional centrocampista con un margen de progresión enorme y un hambre de lobo. Suficientes razones como para no pensárselo, si es que se pone a tiro, pero es que sería todavía mayor el impacto moral que tendría su regreso al club en el que comenzó su formación. En las batallas medievales, que eran frecuentemente guerras entre vecinos, suponía un timbre de honor el hacerse con el estandarte del enemigo y este chaval de Utrera fue blandido antier como el mayor símbolo del Betis. Su reclutamiento sería la viva imagen de la supremacía ciudadana.  

La llegada de Dani Ceballos al Betis sería, antes que nada, la de un excepcional centrocampista con un margen de progresión enorme y un hambre de lobo. Pero estas cualidades, con ser atractivas, no son nada comparadas con el plus de ilusión que aportaría la vuelta del emblema. Pero no de cualquier emblema, sino justo el que el Sevilla desea colgar de su alerón de cola para volar otra vez en solitario en la travesía de la rivalidad que con tanta fatiga se restauró en el último bienio. Su regreso sería la prueba, que tanto necesita Josemi, para demostrar a la clientela que el big data no lo manejan los más pardillos de esta selva del fútbol. Hoy, desde luego, lo parecen…