muchodeporte.com : Lucas Haurie

Silencio, hay un ingeniero trabajando

La tregua
Lucas Haurie
Lucas Haurie
03/10/2020

Manuel Pellegrini sofocó el primer conato de incendio del curso con la complicidad de un Valencia mortecino, cierto, pero no será este resultadista irredento quien quite una micra de mérito a una victoria en Mestalla, donde el Betis había ganado una vez en 35 años. Crítica y público demandaban un partido consistente después del esperpento de Getafe porque a la serpiente conviene aplastarla todavía en el huevo. Era la cobra venenosa de la desidia y la cara de perdedor la que amenazaba con acampar en Heliópolis a la vista de lo ofrecido el jueves, por eso el entrenador chileno sacudió a sus chicos con una sonora bronca en el mismo vestuario del Coliseum Alfonso Pérez.

La voz de Pellegrini, como ocurrió con Pepe Mel en el felicísimo curso 12/13, es la única que resuena en un club carente de cualquier otra referencia, acaso un Joaquín al que sospechamos en su gira de adiós y que dejó una maravillosa prueba de vida en la jugada del gol de Tello, cuando esprintó en conducción para superar a Kondogbia con hora y cuarto de tralla ya en su cuerpo de (casi) cuarentón. Con la clase que se le cae de los bolsillos y la vergüenza torera que gasta, jugará si quiere hasta el medio siglo. Pero no puede ser el capitán, salvo en momentos muy puntuales, el rostro más visible de la entidad: bastante tiene con pastorear a un vestuario en permanente trance de buscar excusas para una bajada colectiva de brazos.

Ya extraña que hablemos en estos términos del equipo que se va a la cama como líder, pero así de raro viene este 2020. Es anecdótica la primera plaza por culpa del calendario indescifrable del inicio liguero y será quizá más relevante el remate del mercado del lunes por la noche, cuando Pellegrini sepa con qué plantel contará hasta la primavera: reclama llegadas y teme salidas el santiaguino, cuya confianza en Antonio Cordón es mucha, nunca ilimitada, y ahí queda como muestra la bola que le está dando a Víctor Ruiz: “Me felicitarán por su fichaje”, vaticinó el extremeño, y por este detalle u otros más conviene de momento ser parco en elogios con él. Mantiene pleno vigor el vaticinio que Serra Ferrer fijó hace tres lustros en el lapidario: “El Betis será lo que quiera don Manuel que sea”. El entrenador es un catedrático entre párvulos, háganle caso.


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