El verano de los apellidos preposicionales
La tregua
Lucas Haurie 22/06/2021 |
El día más largo del año, en pleno desconcierto equinoccial, fue una jornada de apellidos preposicionales para el fútbol sevillano. Del Sol se puso para siempre en la noche más corta, que ya es triste paradoja que el astro rey del Betis se apague cuando alborea el verano. Y lo que salió después del ocaso no fue la Luna sino Del Nido, valgan las mayúsculas para poder terminar ahí la frase, porque no sabría uno con qué clase de bichitos asimilar (o sí…) a la claque del abogado, quien no encuentra el pobre hombre mejor entretenimiento que proyectar plantillas tan imaginarias como las divisiones que, en el estertor final, se movían sobre un plano de Berlín.
El género del obituario, como el periodismo en general, ha decaído por el cursi narcisismo de escribidores que dan vueltas sobre el tema “el muerto y yo” o, mejor dicho, “yo y el muerto”. Aquí no hay mucho que añadir a la trayectoria de Luis del Sol, admirable en medio siglo de servicios al Betis hasta que Lopera, el colmo de la ingratitud, lo mandó para casa. Paco Chaparro, su amigo y fiel colaborador, habla maravillas de su condición personal y la palabra del trianero es ley para mí, así que chitón. La despedida institucional y el discurso del presidente Haro pudieron resultar fríos, es posible, pero en estos casos es preferible el defecto que el exceso. El comedimiento es virtud nunca lo suficientemente ponderada.
En la otra acera, hay quien ya proclama la enésima resurrección de Del Nido sénior. Lo hacen, concretamente, sus falsos amigos y alguna gente que lo quiere mal, pues alimentan por puro divertimiento (o peor: por rencor a los actuales –y brillantísimos– rectores del club) los delirios de quien fue un gran presidente y hoy, tras una terrible peripecia personal, apenas ejerce de caricatura de sí mismo. Como en diciembre de 2013 y en el verano de 2017 y en la primavera de 2018 y en el otoño de 2019 y en julio de 2020, ha pergeñado un plan IN-FA-LI-BLE para hacerse con el control del Sevilla PA-RA-SIEM-PRE. Vaya todo mi respeto y toda mi admiración hacia su hijo José María.
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