Lopetegui apremia a Baltasar Monchi

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 07/01/2022

Es raro ver a Lopetegui lanzar un mensaje que llegue, que llame la atención. Desconozco el motivo, pero cierto día decidió que las ruedas de prensa no servían para nada, únicamente para cumplir con el compromiso de comparecer ante un grupo de informadores, por supuesto siempre molestos. Una pesada carga con la que hay que lidiar, sin más. Estoy seguro de que si por él fuera, no hablaría nunca. Lopetegui no entiende que una buena rueda de prensa, un buen mensaje bien lanzado puede traer beneficios. Para él y para el club. Qué le vamos a hacer... No lo ve y como no lo ve, por eso pone el muro y lo más interesante que dice es que el Sevilla tendrá la sana intención de ganar al rival de turno. Tampoco creo que merezca mucha crítica por ello. Él es así y punto. Y además gana siempre, la clave de todo.

Pero, hete aquí, Lopetegui lleva unos días protestón, pidiendo fichajes. A mí me gusta verlo así, la verdad. Primero porque yo miro por mí y por mi producto y desde luego las comparecencias anodinas siempre son enemigas del periodismo. Y luego porque verlo con el gesto torcido, estando el equipo segundo, es síntoma de gran club y de gran entrenador. Con la misma dureza que se le exige a él, que es mucha y a veces desmedida, Lopetegui tiene todo el derecho del mundo de reclamar recursos para su plantilla. Sus magníficos resultados le otorgan poso para pedir futbolistas al mismísimo Monchi, alma del club.

Porque sí, es verdad que el Sevilla cuenta con mimbres excelentes en muchos puestos, pero no menos cierto es que le pelea la Liga al Madrid con Mir, Munir e Iván Romero arriba. El equipo se le está cayendo a pedazos, sin que todavía se resienta en los resultados. Atendiendo a la Copa y a la Europa League como lo suele hacer el Sevilla, no sé cuánto se podrá resistir, sobre todo si la pelea por la Liga se alarga. En la reclamación de Lopetegui también creo que existe un tema más de fondo y es que él cree que se tapa mucho a Monchi, que también se equivoca, y que toda la crítica recae sobre él, a veces de forma injusta. El tema es que Monchi tampoco está dormido. No ha traído aún a nadie porque no ha podido. Un Denis Suárez se firma en diez minutos. Un Martial...