Falta de físico alarmante

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 31/07/2022

Se suele decir, no sin razón, que el fútbol de pretemporada vale poco. Quizás no sea tan así. Evidentemente sin el estrés y la realidad de los puntos, todo es fogueo, pero cuando saltan señales preocupantes, éstas además conocidas, por supuesto que los encuentros valen y hay que tenerlos muy en cuenta. Me refiero al repaso del Arsenal al Sevilla. Fue eso: un baño, un meneo, una tormenta veraniega en toda regla. Poco análisis cabe si a los 17 minutos el contrario ya ha marcado cuatro goles. Esta circunstancia es muy inusual hasta en un intrascendente trofeo de verano. Pero pasó.

El Sevilla se estrelló contra una gran verdad: el equipo sigue sin ser nada del otro mundo arriba. Cuenta con atacantes estimables, pero ninguno demoledor. Y además este verano ha perdido a sus dos colosos, a los hombres que defendían el área como si hubieran nacido en Eduardo Dato. El muy exitoso Sevilla de Lopetegui se ha basado en cuatro pilares: Bono, Diego Carlos, Koundé y Fernando. Los demás acompañan, muy bien por cierto, pero la clave ha sido el rendimiento de este cuarteto de élite. La mitad ya se ha ido, así que la cuenta sale sola y es muy elemental: la plantilla es hoy mucho peor que la que terminó la pasada campaña.

Lo bueno es que esto no empieza hoy. La falta de físico es alarmante. El Arsenal, recuerden, no es ni de Champions. Al centro de campo le ha podido el tiempo. Rakitic y Óliver Torres se vieron arrollados. Quedó Fernando, con 35 años y recién operado de tobillo. A este enorme futbolista conviene escoltarlo con dos jugadores físicos y ágiles. Con poco gol, sin grandes defensas y un centro del campo que no puede seguir el ritmo del fútbol europeo, pasó lo que pasó. Las dos últimas Champions han avisado: no se puede jugar a dos por hora. Paliza y a fichar.