Fin del mercado: balance SFC
La fábrica de humo
Miguel Ángel Chazarri 01/09/2022 |
El mercado, esa entelequia, ha dicho hasta aquí hemos llegado. Presidentes torpes y listos, directores deportivos espabilados y nefastos, representantes profesionales y trincones, prensa de nivel y caricata, que de todo hay... Se acabó lo que se daba. No me ha gustado lo que ha hecho al Sevilla, la verdad. No he visto la mano de calidad de Monchi. Veo al club extrañamente histérico, sin ese poso de calma y confianza que debe dar un ciclo tan apabullantemente ganador. Su majestad el resultado ya habla y sentencia con un contundente 1 de 9 ante tres equipos que no son nadie. Y cuatro goles encajados.
Lo último ha sido lo de Ocampos. El Sevilla no ha querido desenredar lo que ha sido un chuleo en toda regla. Un diez al Ajax, que habrá dejado orgullosos a sus aficionados. Claramente, los holandeses han visto la cara de pobrecito del Sevilla. Cerrada la operación, y con el futbolista allí, han aprovechado la ocasión para meterle al Sevilla el clásico 20-0. Deshacer el traspaso, con Januzaj y Dolberg firmados, era complicado. Así que Ocampos queda desterrado como si fuera Mornar o Molnar y aquí se quedan tres jugadores repetidos (Suso, Lamela y Januzaj) para una misma posición. ¿No ha habido forma de recuperar al único futbolista con fuerza y gol de la plantilla?
Además, a la espera de Marcao, extraña que Rekik, ya tocado, sea el segundo central. A Gudelj lo ponen de cuarto porque como en el centro del campo no va... Parche al canto. Con Fernando con un año más, tocará volver a competir en la máxima competición europea con escaso brío. ¿Y la ficha de Ocampos? La tiesunez es monumental. Supongo que no habrán querido gastar esa bala a la espera del próximo mercado. La esperanza es Monchi, el personaje más importante de la historia del Sevilla tras Sánchez-Pizjuán, y que el fútbol es la única actividad que conozco en la que auténticas birrias pueden salir bien. Esto o echar pronto a Lopetegui, si siguen los malos resultados, y que llegue alguien que le ponga las pilas a una plantilla con grietas en el sistema defensivo, colchón donde siempre han reposado los triunfos del entrenador.
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