Vivo numéricamente; futbolísticamente...

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 14/09/2022

Igual soy duro en mi valoración, pero para mí el Sevilla jugó un partido ridículo en Dinamarca. Ya sé que no fue un 4-0. Da igual. Ver a este equipo blando, mediocre, sin velocidad, sin opción alguna de meterle mano a un rival bastante menor... Salió vivo de Copenhague gracias a Haaland, pero las sensaciones no acompañan. Quítenle las carreras de José Ángel y las virguerías de Isco y lo que quedó fue un grupo que jugó a ritmo de geriátrico. Plano, sin colmillo.

El encuentro fue algo parecido a lo que vivimos en la Champions de la pasada temporada, cuando parecía que los puntitos fuera valían. No valieron, como bien sabemos. Esta temporada la diferencia es que en el grupo están el Manchester City y el Dortmund. Numéricamente sigue vivo. Futbolísticamente, no veo al Sevilla para batallas. Ahora se la jugará en el doble turno ante el Borussia Dortmund. Apelen a la fe. A su Cristo. A su Virgen. No al fútbol del Sevilla, bastante descorazonador.

La realidad es que así no se puede ir por la Champions. A la Champions no se puede ir con centrales inexpertos y con un canterano en el que Lopetegui jamás ha confiado. Lo de Delaney y Rakitic da pena. Y Ocampos en Ámsterdam. Y Óliver Torres, que tampoco es que sea una maravilla pero al menos físicamente aporta más, viendo el partido desde su casa. Y en la delantera se ha llegado al punto de aplaudir que los delanteros corran. Sin más. Sólo quedaron José Ángel y el muy comprometido Isco. Este equipo los aburrirá. No al chaval, pero a Isco sí le puede ocurrir. Cuando complete cuatro partidos como el de Copenhague es normal que se pregunte ¿pero esto qué es?