Los tres descartes
La fábrica de humo
Miguel Ángel Chazarri 28/11/2022 |
El Sevilla, en una decisión de lógica aplastante, va poniendo nombres y apellidos a lo que le sobra. Los primeros señalados -espero que no sean los últimos- son tres: Acuña, Papu Gómez y Januzaj. Informó Marca, informó Alberto Fernández, periodista ya no tan joven y sobre todo nada medroso ni trincón. El tiro no sorprende. Acuña y Papu han quemado a todo el mundo. El primero sí es muy buen futbolista, pero entre Argentina y el Sevilla ha elegido de forma demasiado grosera a Argentina, algo que el Sevilla no tiene por qué entender. Ha ido echando para atrás una operación que muchos en el club se temen que llegará... justo cuando regrese del Mundial.
Acuña, recuerden, está recién renovado. Hasta 2025, por si no quieren caldo... Veo difícil su salida. ¿Quién va a pagar ahora por un jugador tocado? En verano sería otra cosa. Es más, si el divorcio se confirma, creo que entonces es cuando Acuña se operará para recuperarse y estar fuerte dentro de unos meses. Ya veremos. A ver la fuerza que puede ejercer el club. En cuanto al Papu, la realidad es que no está para nada. Ya juega en plan veterano, arrancando y quedándose en el mismo sitio. El tiempo le va venciendo. El hecho de que se fuera del estadio antes de terminar el partido ante la Real Sociedad, siendo algo muy feo, es hasta lo de menos. El gran problema es que ni regatea ni pasa ni nada que se le parezca.
No se me olvida Januzaj, otro de los turistas que abundan en la plantilla. Ya lo vieron ocioso tocándose la barriguita ante un amigo de la Real Sociedad, en clara muestra de que sí, de que él está por aquí... Pero vamos, sin estrés. Tranquilito, que no hay prisa. Es evidente que el Sevilla desea estirpar el mal de la dejadez. Hace bien. Pero no se engañen: la mala conducta es de los jugadores, pero el error es del Sevilla. Por renovarlos, firmarlos o por permitir que estos comportamientos hayan roto en algo duradero y natural. Ahora, ya ven. Januzaj disfruta al sol de sus incipientes curvas con un contrato hasta 2024. Por operaciones como ésta, cada vez tengo más claro que más que el equipo, lo que de verdad se ha caído es el club.
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