La vuelta de Monchi, un nuevo impulso para el Sevilla

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 18/03/2019

A veces, el fútbol te coloca en una encrucijada, todos los caminos se oscurecen, nada sale a derechas. En ese plan estaba el Sevilla sin Monchi. El tiempo se ha encargado de demostrar que el gran artífice de los éxitos ha sido él. No sólo él, pero sobre todo él. A la vista está. Me da un poco de pena la situación, la verdad. Al fin y al cabo, depender de una persona destila pobreza de recursos y falta de capacidad para haber articulado durante dos años la vida sin Monchi. No ha sido posible. Tampoco era fácil, todo hay que decirlo. Qué se le va a hacer... Al fin y al cabo, las empresas no son entes metafísicos que caminan solas impulsadas por una fuerza oculta. Las empresas dependen de las personas y se abren paso con garbo cuando gente capacitada toma buenas decisiones cada minuto. En el fútbol no hay proyectos, no hay planificaciones. Tales palabras forman parte del ampuloso lenguaje que entre todos hemos dado por bueno para justificar que unos cuantos se lleven el dinero. En fin, salgamos de este callejón.

Lo que importa es que Monchi ha quedado presentado al pueblo, cerrándose un gran movimiento de Castro en medio de la crisis. Monchi sigue siendo el número uno del embusterete mundo de los directores deportivos. Emery lo tentaba desde Londres… Se puede decir que si el Sevilla sin Monchi ha andado perdido, él sin el Sevilla también ha sido mucho menos. En Roma no ha triunfado, más allá del éxito puntual de unas semifinales de Champions. A la vista está que ello no ha sido suficiente, como tampoco le valió a Arias plantarse en el mismísimo Allianz Arena de Munich en unos cuartos de la misma competición. Interioridades de los clubes, cosas de su letra menuda, de su día a día.

Astuto para tejer y engrasar los mil resortes de un club, Monchi tiene buen ojo para los fichajes y pastorea con habilidad a los entrenadores. Fiel a su esencia gaditana, se gana a casi todo el mundo por una simple cuestión de habilidad social. Acumula tanto crédito que calmará el ambiente aunque se sigan produciendo errores, que por supuesto llegarán. Le auguro un verano peliagudo. Como todos, pero éste un poco más. Se acumulan muchos desaciertos, la plantilla se ha empobrecido y para volver a tirar para arriba hará falta acierto, mucho acierto. Creo que también ha llegado el momento de apostar por un entrenador acostumbrado al alto nivel. No Guardiola ni Mourinho, claro está, pero sí uno que no se caiga de espaldas cuando pise por primera vez el museo y vea las cinco Europa Leagues, más otras copitas de propina que allí descansan. Todo ello costará un buen dinero, evidentemente, aunque bien pensado, habría que echar el lápiz para ver cuánto lleva el Sevilla gastado en las contrataciones y despidos de Berizzo, Montella y Machín. Nivelazo, excelencia, calidad… Monchi es el hombre perfecto para regar de virtudes el día a día. Con él comienza otra apasionante etapa de un Sevilla que se resiste firme a la caída. Señal de gran club.