Perdedores

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 02/04/2019

Repleto de dudas y sin ganar un solo partido señalado, el Sevilla afronta la cita del jueves presionado, muy obligado. No seré yo quien utilice la palabra final. Una final es otra cosa y bien que lo saben los sevillistas. Una final ilusiona, genera sueños, hay fiesta, llantos, viajes, obliga a tirar de los fondos reservados para sufragarla… Lo del Alavés… pues sí, partido importante… Qué les voy a contar. Merece la pena detenerse en la estadística del Sevilla de no vencer a casi ningún rival directo. No es casualidad. La saga la comenzó Machín y la continúa de momento Caparrós con la derrota ante el Valencia. Para el que se quiera engañar, ha habido de todo. Los tres de arriba es que son muy buenos, el Athletic es que estaba muy necesitado, ante el Betis es que se quedó con uno menos, en Mestalla es que hubo mala suerte en el último minuto, Mendizorroza es que es un campo complicado… No se crean nada... Milongas. El Sevilla no gana estos encuentros porque cada vez es más mediocre y, claro, cuando te mides a un igual es cuando de verdad se te ve el cartón. ¿Antes qué pasaba? Pues que había buenos futbolistas y luego, siempre por detrás de este factor, aparecía el punto de suerte que efectivamente hace falta en cualquier deporte. Veo al Sevilla muy tocado. Lo único que tranquiliza es que Monchi ya está al frente. Él es el club. Debe ir viendo, valorando y, cuando llegue el verano, dar boleto al ciento y la madre. Aquí sobra hasta el apuntador.

Del perdedor de Nervión al de Heliópolis. Lo del Betis es una caída en toda regla. No hay refugio posible para un 5 de 21. Ocurre que no cae Setién porque ha ganado bastante, el equipo sigue cerca del objetivo y además en el Betis no ven otra solución que seguir con el entrenador. Están rezando para que no haya desplome y el final de Liga no se convierta en un calvario. La planificación de Serra no me parece nada del otro mundo, la verdad. No es de recibo que quince equipos de Primera tengan mejor delantera que el Betis. Pero entre Serra y Setién, no hay color. Caerá el entrenador si no gana. Como debe ser. Es muy criticable que el Betis no reaccione, que se arruge sin sobreponerse cuando el rival plantea un partido de presión fuerte y choque. Tan amanerado no se puede jugar al fútbol. Ha entrado la primavera y andan nuestros queridos equipos sevillanos para sopita. Es que, es que… Y aquí no se gana un partido.