Entrenadores al caer

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 28/05/2019

El verano, por si no lo han notado ya en la calle, ha empezado. Monchi y Serra buscan entrenador. Y luego, todo lo demás. Hay una diferencia, claro. En el Sevilla todo el mundo cree en el jefe del proyecto, Monchi, y si bien en absoluto el nervionense es un club de adhesiones inquebrantables, la afición, que viene de ver las andanzas de Arias y Caparrós, espera mucho de Monchi. En el Betis se percibe lo contrario. Los dirigentes le han cogido ojeriza a Serra. Internamente lo han bajado del pedestal en el que se encuentra para muchos, para la mayoría. Posiblemente la sangre no llegue al río. Como prueba, en lo de Rubi se están poniendo de acuerdo. Como debe ser. No queda otra. Otra cosa es que Rubi, si viene, sea el adecuado. ¿Alguien me puede explicar dónde está la mejora con respecto a Setién? Fíjense además lo curioso que es el fútbol. Supongamos que el Athletic hubiera marcado en el Sánchez-Pizjuán con aquel disparo al larguero. Los vascos a Europa y el Espanyol, no. ¿Existiría alguna posibilidad de que Rubi entrenara al Betis? Pues eso es el fútbol. Método, planificación. En fin… Sería mejor traerse a Borja Iglesias antes que a Rubi.

Reconozco que plenamente no me convence ningún entrenador de los que suenan para el Sevilla. No es un problema de Monchi, que alguno tendrá que traer. Es mío, que no suelo esperar mucho de este gremio. Me suelen decepcionar casi todos. Cada técnico posible tiene su pega. Rudi García no conoce la Liga, aunque sí está muy contrastado (campeón de Liga y Copa en Francia, dos puestos Champions con la Roma, finalista de la Europa Legue con el Marsella…) El pobre Bordalás se estará preguntando qué tiene que hacer para que alguien lo llame y le ofrezca un buen contrato. Javi Gracia vive bien en la Premier. Disfruta de un buen fútbol y un gran sueldo. Y por ahí anda Lopetegui, que provoca bastante rechazo. Normal. Lo que hizo en el Mundial pesa. Correr a los brazos de Florentino Pérez supone entrar con muy mal pie en el Sevilla. Y si fuera un monstruo, pues todavía. Pero por ahora su carrera es muy normalita. Ojito, que Monchi viene avisando de que le compren el cuadro… al final. Pide comprensión para las primeras decisiones. Qué miedo. Siento pánico. En breve tendremos aquí a los dos entrenadores y comenzará a agitarse esta inmensa industria de regenerar ilusiones que es el fútbol. Créase la mitad de la mitad y ríase el doble.