Monchi y el Big-data

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 05/07/2019

Monchi ha vuelto para mandar y no quiere ni media tontería. Ahora mismo camina como el Rey León por la sabana. Se está dando mucha prisa en firmar y hace bien, ya que el estropicio generado en las dos últimas temporadas es gordo y conviene paliarlo cuanto antes. A golpe de gestión, un fichaje, dos, tres… Así hasta siete. ¿Buenos? ¿Malos? Estamos en unos tiempos en los que decir "no lo sé" parece que te coloca en una categoría intelectual menor. Pues yo digo no lo sé. Los he visto muy poco. Me falta información sobre los futbolistas para tener un conocimiento exacto sobre lo que pueden dar. Y aun teniendo esa información, sería un poco para nada, pues ya se sabe que un jugador es un jugador y sus circunstancias. Es decir, el sitio al que va, cómo se acopla, cómo casa con el entrenador, lo feliz que se siente… Sí salta a la vista que en el Sevilla este verano se trabaja de otra forma. El pasado verano a estas alturas nos intentaban colar el rollo de que firmar era difícil porque había Mundial. O porque el mercado inglés todavía estaba abierto. Monchi llega, ve, llama a quien tiene que llamar, convence, paga y el futbolista aterriza en San Pablo. Qué fácil son las cosas cuando se sabe. Le animo a que siga, ya que faltan once jugadores por colocar, más traer a un portero, a dos centrocampistas, a ver qué ocurre con Ben Yedder…

En el Betis… El Betis ahí anda con su Big-data. Si el Sevilla desprende confianza, aquí ocurre lo contrario. Se huelen las dudas. En una dirección deportiva no sólo hay que ver bien el fútbol. Es necesario tener olfato para las oportunidades, saber moverse por este mundo de truhanes sin que a uno le quiten la cartera, convencer al futbolista… Todas esas cualidades son las que López Catalán y su secretaría técnica deben demostrar que poseen. Hasta ahora, poco movimiento. Directamente proporcional al poco dinero que hay en la caja. En breve caerán los millones y ahí tendremos que medir la capacidad de un equipo inexperto, al que le espera un clima muy difícil a poco que empate el primer partido. Lo que suena inquieta. Y en algunos casos, aterra. Sí se está por la labor de contratar a un delantero competente como Borja Iglesias. A partir de aquí, cualquiera sabe por dónde va a salir esto. Este cuadro sí que es una incógnita, no el de Monchi.