El fútbol sin fecha de vuelta

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 23/03/2020

Confieso que la comunicación de que la Liga se suspende sine die me ha provocado un bajón. No porque no lo esperara, ¿qué otra cosa se puede hacer?, sino porque va quedando claro que esta Liga se va por el desagüe. Se intentará el encaje de bolillos de jugar la temporada en dos, aprovechando el verano, proyección también osada, pues tampoco hay garantías de que en verano estemos libre de la pandemia. Precisamente todos los eventos del verano de la máxima importancia están cayendo o van camino de ello. Por no hablar de fiestas que considerábamos a salvo de todo, intocables, y que ya descansan hasta dentro de un tiempo.

Sin detenerme ni un segundo en lo obvio, en que lo primero es la salud, nadie está ahora en condiciones de ponerle el cascabel a una temporada cargada por el diablo. Tebas venía lanzando fechas sin ton ni son, con ganas de recuperar el negocio que riega a todos. Lo entiendo, pero no puede ser. Rubiales, que es quien tiene la última palabra, no se atreverá a proclamar campeón al Barça. Ojo, hablaríamos de un campeón tras 27 jornadas, no tres ni cuatro. ¿Qué tiene que ver aquí la temporada anterior? Se ha jugado mucho y en todas las condiciones. Por supuesto que sería un campeón atípico, como atípico e inesperado es que nos haya entrado esta pandemia. Se trata de tomar la decisión menos mala, la que premie el esfuerzo durante muchos meses, muchos partidos. Si solemos decir que el fútbol es el momento, ¿27 jornadas nulas? Con el Madrid hemos topado…

Pero esto vendrá después. Ojalá pronto nos estemos peleando por quién queda más arriba y quién más abajo. Mientras, los clubes pierden dinero, no le podrán pagar toda la ficha a sus jugadores y nos consolamos con propósitos de enmienda para cuando esto pase. En este sentido, no tengo demasiada esperanza en el ser humano. Cual mecanismo de defensa para que la vida siga, solemos volver al punto de partida. Es decir, al mismo grado de imbecilidad de antes. Y con menos dinero. Ya me lo contarán, ya...