Vencedor de cabo a rabo y a por el Manchester United

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 11/08/2020

Estos partidos cerrados y ásperos los hemos vistos mil veces. No marcas, llega la ansiedad, la imprecisión y el rival en una mata. Ése y no otro fue el peligro del encuentro ante el Wolverhampton, jugado en una dirección, con claro color sevillista, con únicamente un equipo llevando la iniciativa. Un punto fuerte de este equipo es la versatilidad. Lo mismo arrasa, no muchas veces, que sabe aguantar y esperar la oportunidad, como fue el caso. Nadie dio un toque de más ni de menos, esperando a que apareciera la jugada salvadora.

Tardó mucho en aparecer, es cierto, y es que el Wolverhampton no fue escollo menor. Equipo muy físico, todos encerrados, ayudándose, despejando sin contemplaciones y con una bomba arriba como Adama Traoré, que empezó dando miedo pero al que el Sevilla supo desconectar con el paso de los minutos. Tremendo este jugador. Tremendo que pueda jugar al fútbol con esa musculatura. Una vez parado el huracán, el partido se resume en un continuo despeje de la defensa del Wolves y un continuo armar la jugada del Sevilla.

Por supuesto, no me olvido de la jugada clave, la parada de Bono. Si el Wolverhampton se pone por delante, el lío hubiera estado garantizado. Pero emergió la figura de un portero al que le ha cambiado la vida como a nadie. De su presencia fantasmagórica ante el Cluj, a defender la portería del Sevilla en una semifinales ante el Manchester United. Todo el Sevilla peleó, ordenado, sabiendo lo que quería, persistiendo con cabeza y la dosis de riesgo justa... Felizmente, todo desemboca en la cita del domingo. Será a las 21.00 horas. Ante el Manchester United. ¿Verá el partido o prefiere contemplar una boba puesta de sol en una playita andaluza?