Mucho despertador sin pilas

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 16/01/2021

Sin pecar de sabelotodo, nada más lejos de mi intención, me esperaba un partido así de malo ante el Leganés. Para empezar, el Sevilla sin Fernando es otro. Puede parecer simple el argumento, pero es que es así. Cuando el brasileño no está, la ramplonería del centro del campo es monumental. Mucho suplente, mucha segunda unidad de medio pelo, un De Jong arriba oxidado, Rekik de lateral izquierdo... En fin, que lo que puso Lopetegui en la hierba fue una cosita fina. Ojo, no culpo al entrenador. Él debe administrar los esfuerzos, medir bien dónde tienen que jugar los suyos. Este partido era para suplentes, para que unos cuantos futbolistas dejaran un buen aroma y se apuntaran. Ni siendo generosos se puede salvar a nadie. Idrissi, tres jugaditas de mentira y para atrás. Óliver se tapó con el pase a Ocampos, pero conviene no fiarse mucho de él. Munir ha vuelto de la lesión KO... Óscar, muy livianito. Rekik, bastante vulgar. La verdad es que Lopetegui tendrá sus defectos, pero a veces me parece un milagro que el equipo, sin Banega y con una segunda unidad altamente sospechosa, no se le caiga. Los fichajes suman poco y este tema compete a Monchi. Con prórroga hubo que vencer a un Leganés tímido, que no quería ganar. Más minutos en las piernas, aunque al ritmo que jugó el Sevilla no sé hasta qué punto se desgastó. El martes tocará jugar ante un Alavés que descaradamente ha tirado la Copa. Esperará al Sevilla muy motivado con Abelardo. Será otra historia.