Oportunidad desperdiciada

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 09/05/2021

Fuera rollos: no mereció más el Sevilla. Vi al equipo discreto, a excepción de ese primer cuarto de hora en el que tuvo la pelota un tanto de mentirijilla, pues no chutó ni una vez a puerta. Demasiado atrás, concedió bastante. Corrió muy pocas aventuras ofensivas. Forzado o con querencia a ese estilo -siempre es difícil precisar qué llega antes- el Sevilla lo supeditó todo al orden, lo que precisamente equipos como el Madrid saben burlar como nadie. En el momento que el Madrid se vino arriba, vimos a un Sevilla bastante pequeño. Cerró espacios correctamente, aunque eso de cerrar espacios... Ante un rival de este pelaje, sabemos que suele dar para lo que da. Para un puntito y gracias. El truco del almendruco.

Ni siquiera cuando salió En-Nesyri cambió la película. Al revés. No la olió. Nadie lo puso de gol, nadie jugó con él en largo con sentido para que corriera. Se quedó arriba, desconectado. Posiblemente Lopetegui temió que esto podía pasar y por eso no lo puso desde el principio. La mayoría del peligro llegó por la zona central. Al Madrid no le hizo falta desbordar por las bandas. Y hablando del centro, cuando salió Gudelj -qué casualidad, Miguelito...- llegó el tiro de gracia. Imposible acumular ahí más hombres para que el Madrid tocara con facilidad y formara el lío.

Sabe mal el punto, pues había ganas de seguir soñando. Y además se dieron todos los condicionantes para, por fin, romper la racha. El Madrid estaba reventado, aunque vi peor físicamente al Sevilla, y además todo lo que arbitralmente le pudo salir bien al Sevilla, le salió. ¿De qué planeta viniste, Martínez Munuera? Excepcional su arbitraje y eso que el partido empezó con la imagen de Florentino en el túnel de vestuarios... El empate es justo. Y si me apuran, el partido lo debió ganar el Madrid. El Sevilla tiró dos veces. Que se traiga un punto es un milagro.