muchodeporte.com : Miguel Ángel Chazarri

El desesperante ritmo del Sevilla

La fábrica de humo
Miguel Ángel Chazarri
Miguel Ángel Chazarri
19/09/2021

Seguramente haya varias causas para explicar el desesperante ritmo de veteranos que emplea el Sevilla en determinados partidos. Momento físico de los jugadores, cualidades que vienen de serie, una idea de juego reservona, algún que otro futbolista enfilando ya el ocaso... En la primera parte ante la Real Sociedad se vio todo eso en su esplendor. Una vez más, el equipo quedó expuesto al fallo del rival. Dos penaltis erró el otro día el Salzburgo. Uno, esta vez, Oyarzabal. Lo mejor, el resultado. Que no iba perdiendo al descanso. Que Bono, que para eso está, salvó.

El Sevilla no tiró a puerta en la primera parte. Lo hizo todo de mentira. Ni apretó, ni defendió, ni buscó pases en profundidad... Se quedó en tierra de nadie en todas las facetas del juego, con el centro del campo jugando a dos por hora, todos al pie, con la Real apretando y con el Papu en la izquierda. El Papu dirá lo que quiera, pero si tiene alguna opción de triunfar en el Sevilla desde luego no será en el costado. En la segunda parte se fue al centro y, sin tirar cohetes, ya fue otra cosa.

Lopetegui no tuvo más remedio que retocar aquello. Y todo funcionó mejor, aunque sin oler la sangre, sin desatarse en ningún momento, sin enseñar el colmillo a un rival que había jugado el jueves y que ya no tenía en el campo ni a Isak ni a Oyarzabal. ¿Qué miedo hay? Ahora mismo, urge colocar en el medio a Fernando acompañado de otro más -no sé a quién viendo el rendimiento de los opositores- y al Papu centrado. Rakitic no puede. Ocampos debe entrar ya en las alineaciones por la izquierda. Hace falta su vigor físico. Y por supuesto, adelantar la defensa. Es absurdo retrasar posiciones cuando se carece de contragolpe. Es absurdo y es morir. Por ahora, el Sevilla se salva se milagro. No pierde, pero tampoco gana. Este ritmo de puntuación no vale para las alturas.


muchodeporte.com Más Artículos
  •  

    La quincalla

    · Miguel Ángel Chazarri

    José María del Nido Benavente nos entretiene en esta semana de absurdo parón. Ya antes del derbi compareció, cual presidente de los ochenta, en...

  •  

    Un maravilloso relato

    · Miguel Ángel Chazarri

    Después de la que escrito Javier González-Cotta, poco o nada se puede añadir de esta temporada indescifrable, loca, terrorífica y...

  •  

    A Budapest y temporadón

    · Miguel Ángel Chazarri

    Quién lo iba a decir, pero el Sevilla pone sus poderosos pies de nuevo en una final de la Europa League. Todas tuvieron su enorme mérito. Por supuesto,...

  •  

    Big data, dato y date

    · Miguel Ángel Chazarri

    Impresionante el Sevilla, impresionante Mendilibar. Sin ánimo de tirar por tierra cualquier innovación aportadora, ¡cuánto rollo ha limpiado...

  •  

    A por la Juventus

    · Miguel Ángel Chazarri

    Ganar siempre es oro. ¿Cómo va a ser lo mismo la despedida de la grada al equipo, con vistas a lo que viene, con el 3-2 que con un 2-2? No digamos con una...

  •  

    Nada parece tumbar ya al Sevilla

    · Miguel Ángel Chazarri

    Es difícil entender, lo que se dice entender, de fútbol. Mendilibar va camino de convertirse en el hombre de la temporada, si no lo es ya. Es evidente que el...

  •  

    El gol de Maguire

    · Miguel Ángel Chazarri

    No hay Europa League del Sevilla que no haya tenido una clara señal de título en el camino, una clara prueba de que aquí, señoras y...

  •  

    Todos locos con los árbitros

    · Miguel Ángel Chazarri

    El asunto de los árbitros estalla cada semana cual bomba de racimo. Dicho colectivo siempre estuvo mal, no nos engañemos. Es algo parecido a lo que ocurre...

  •  

    Un punto más, una casi derrota

    · Miguel Ángel Chazarri

    72 minutos estuvo el Sevilla en inferioridad ante el Celta. Mucha tela aguantar así. Terminó el partido con aire catastrófico, pues a los dos goles...

  •  

    Un Sevilla demencial

    · Miguel Ángel Chazarri

    El partido del Sevilla en Getafe se las trajo. Una vez más. Ya hemos perdido la cuenta de los ridículos, que es la única palabra que le cabe a este...