Fuerza, Lucho

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 09/10/2021

Reconozco que veo poco a la selección española. Quiero que gane. No me apellido Puigdemont de segundo. Pero, no sé... Como no sea en Eurocopas o Mundiales, sus partidos no me motivan, no me llenan, no me atraen. El otro día me topé con ella ante Italia. Presencié los últimos 20 minutos del partido y me encantó lo que vi. En ese ratito, España jugó dinámico y calmado al mismo tiempo. Sacó con claridad la pelota, sabiendo acelerar la jugada en el momento justo. Un equipo con posesión, sí, pero llegando a puerta. ¿Oído, Lopetegui? Un equipo que de haber tenido más acierto arriba le habría metido un saco a Italia, la campeona de Europa. Luis Enrique, el polémico seleccionador, se paseó en su cuádriga por San Siro una vez terminado el encuentro. Su apuesta por Gavi era un poco chistosa, la verdad. Pero le salió. Y eso es lo que yo le pido a los entrenadores, que con, se supone, sus altas capacidades y el conocimiento del medio hagan apuestas que nadie ve y ellos sí.

Es evidente que Luis Enrique tira para adelante y que está dispuesto a construir algo nuevo, lo que sin duda le costará. No nos engañemos, la selección se da un paseo por la avenida de La Constitución y no conocemos a diez jugadores. Por eso tiene mérito llevarla a unas semifinales de la Eurocopa o a una final de este torneíto que a todos nos entretendrá en un soporífero fin de semana. Quien pida más, es que no se ha enterado de que la generación de oro ya descansa en casa. Pero con todo, Luis Enrique no me gusta por lo que haga, que ya digo, no lo sigo mucho, sino por lo que genera. Y en este sentido, ver a la prensa del Madrid atizándole, lanzando encuestas ridículas y preguntándose si la afición quiere que gane España o Francia el domingo me lleva a adoptar a Luis Enrique, a quererlo, a sentirlo como uno de los míos. Así que fuerza, Lucho. No escuche y siga. Cómo estará el fin de semana que hasta yo escribo del España...