Lo dicho mil veces: ser decisivo en las áreas

La fábrica de humo

Miguel Ángel Chazarri 26/01/2023

No voy a ser especialmente crítico con la caída del Sevilla ante Osasuna. Jugó a ratos bien, bastante bien. Manejó la pelota con clase en la primera parte. No obstante, fue enseñando poco a poco su inocencia: los fueras de juego de Montiel, lo poco que tiraba a puerta pese a mandar mucho, la inocua forma de rematar de Rafa Mir... El Sevilla gustó, aunque realmente a su fútbol siempre le faltó algo. Le faltó, claro, talento, calidad, mala uva arriba... Lo que hace poco tenía en cantidades importantes y ahora escasea.

Cuando Osasuna apretó y aquello ya se puso como unos cuartos de Copa en Pamplona, la cosa fue distinta. El Chimy empezó a enseñar sus garras. Y Badé se arrugó. Acción de central joven, sin cuajo. La media vuelta del delantero resultó demasiado cómoda. No notó ni contacto. Ni estorbó. Badé estaba demasiado lejos y la maniobra del Chimy se produjo por lo blandengue que se mostró. Con todo, el Sevilla se fue arriba. En-Nesyri debe ser vendido en cuanto se pueda, pero hoy por hoy es el mejor nueve del Sevilla. Marcó.

También bien Suso. Su pierna izquierda ayudó a soñar con el pase. Navas apretó, Acuña, mientras se desfondaba, puso centros peligrosos... La falta de empaque del equipo se notó en un balón tonto que Rakitic perdió: todo el equipo abierto, en una prórroga... Raro. El segundo gol ya fue una montaña. Osasuna terminó más o menos cómodo. Al principio no llegó la calidad y al final faltaron fuerzas, así que eliminado el Sevilla. Sampaoli va moldeando un equipo pasable. Incomprensiblemente, nadie del club le ayuda. Así que Elche, Elche y sólo en tercer lugar, Elche.