El enigma del Sevilla

Zona mixta

08/05/2022

¿Cómo es posible que el tercer clasificado de la Liga despierte tan malas sensaciones entre todo aquel que lo vea? El Sevilla es un enigma. Un aburrimiento, un equipo fundido, un grupo de jugadores instalado en un fútbol previsible y sin chispa que se ha venido cayendo en la segunda vuelta. No es fácil el análisis para los dirigentes del Sevilla.

El equipo está instalado en las alturas de la Liga y va a encadenar su tercera clasificación consecutiva para la Champions. Uno entiende que para quedar cuarto en la Liga española hay que jugar bien y satisfacer el apetito futbolístico de los tuyos. Pues el Sevilla, colocado en la grandeza, cumple objetivos de enorme envergadura sin ser capaz de emocionar un ápice a su gente. Monchi tiene una papeleta difícil. Mientras la afición clama por el mal juego del equipo en Villarreal, donde obtuvo un punto milagroso, Julen Lopetegui se centra en el partido del miércoles ante el Mallorca y declara sin rubor que el Mallorca tendrá 24 horas más de descanso que su equipo. Un argumento surrealista en los oídos de los sevillistas.

Es evidente es que Lopetegui aburre a las ovejas, pero tiene al Sevilla entre los cuatro primeros de la Liga. ¿Merece la pena correr el riesgo de traer a otro entrenador y cambiar a muchos elementos de la plantilla en busca de un mejor fútbol? ¿Y si, por ejemplo, viene Diego Martínez y el Sevilla es noveno en el mes de diciembre? Insisto. La papeleta es complicada para Monchi. Este Sevilla es insoportable, sin duda, pero cumple con los objetivos. Más allá de entrar en la Champions o no, su gente no es feliz. La felicidad en el fútbol entiende más de levantar títulos. El Sevilla es tan grande que estar tres temporadas seguidas entre los cuatro primeros deprime a su gente por el aburrimiento que genera su fútbol. Terrible la encrucijada de Monchi.