El Betis, seis partidos con su puerta a cero

Zona mixta

Rafael Pineda 01/10/2018

Puedo entender que el juego del Betis llegue a desesperar. O incluso que haya momentos en los que aburra, sentimiento que pasa por el ánimo de mi padre o de mi amigo Miguel cuando ven en acción al equipo dirigido por Setién en algunas fases de los partidos. En cuestión de gustos es difícil encontrar unanimidad y el estilo elegido por el técnico cántabro puede tener sus detractores. Lo que no creo que se pueda poner en tela de juicio es el enorme mérito que está acumulando este Betis. Es muy complicado que un grupo de futbolistas comulguen con una idea tan atrevida y que la ejecuten, además, de manera tan estupenda sobre el campo. Sin atisbo de desesperación, con paciencia, repitiendo movimientos ensayados una y otra vez, buscando siempre con el balón el desequilibrio, haciendo de la posesión su más preciado valor. Claro que sería oportuno que el Betis creara más peligro y tuviera más profundidad ante rivales que se plantan con nueve jugadores al borde de su propia área, sin proponer nada más que esperar un fallo del rival o cazar un mísero contragolpe. Es necesario un talento muy grande para desmontar defensas bien organizadas. El Betis lo tiene, pero no tanto como el Madrid o el Barcelona. Lo importante es resaltar que este equipo es capaz de hacer una combinación de velocidad, calidad y visión de juego para forjar un gol como el de Loren en el minuto 89. Un golazo. Como del de Girona. Hará pocos goles el Betis, pero son auténticas obras de arte.

¿Y si la la defensa del Leganés carecía ya de vitalidad para frenar la explosiva acción del Betis después de pasarse todo el partido corriendo detrás del balón? ¿Y si el toque infinito del Betis, por más que desespere a más de uno, es el mejor antídoto para preservar de peligro la meta propia? Si uno tiene el balón no lo tiene el rival. Por lo tanto, es complicado que te creen ocasiones. Igual el estilo de Setién proporciona una estupenda fórmula para dejar tu portería a cero. El Betis ha jugado ocho partidos oficiales en la actual temporada. En seis de ellos, ha dejado su portería a cero. En la Liga, es el segundo equipo menos goleado después del Atlético de Madrid y el Villarreal. El Betis se esmera en tener el balón, preservarlo para no encajar y saberlo utilizar para desmontar defensas organizadas. Le cuesta marcar, sin duda, pero a veces los goles dependen de factores absolutamente incontrolables. Eso ya se escapa de la capacidad de acción de Setién. Y otro día analizaremos el manejo de la plantilla del cántabro. Soberbio hasta el momento.