Setién vuelve a ganar

Zona mixta

Rafael Pineda 08/04/2019

Le habían creado el peor ambiente posible al entrenador del Betis. De camino, al propio equipo, puesto que muchos deseaban una nueva derrota del conjunto verdiblanco para que Serra acabara con la etapa de Quique Setién en el banquillo heliopolitano. No hay peor fuego que el propio, teñido de sangre verdiblanca. Envuelto en una exigencia desmedida, el bético había olvidado las cosas buenas que este entrenador le había dado al Betis a pesar de que las actuaciones en Vallecas y Anoeta habían sido decepcionantes. El ambiente en el Villamarín en un domingo de lluvia no era el mejor para los intereses de un equipo que, de nuevo, volvió a ganar cuando peor pintaba para el cántabro. El compromiso de los jugadores y la templanza de los dirigentes del Betis colaboraron de forma decisiva en una victoria ante el Villarreal que permite seguir peleando por Europa en vísperas del derbi. Habrá que esperar a otra ocasión para afilar la guillotina.

La victoria bética se gestó en un excelente segundo tiempo, donde el equipo jugó rápido y bien el balón, dando un paso adelante para meter en su área al rival. Faltó, eso sí, una mayor capacidad para cerrar el encuentro en el tramo final. Ningún equipo, no obstante, gana de manera solvente en esta Liga salvo el Barcelona. Los equipos se juegan la vida en partidos que son auténticas finales. El Betis, para ganar, necesitó que Pau detuviera un penalti en el último minuto del partido. Un sufrimiento gozoso que debe tranquilizar, si fuera posible, los ánimos de un entorno bético demasiado perjudicial hacia su entrenador, al que se le ha negado el pan y la sal de forma sistemática desde su llegada al Betis.

Cuando el equipo gana, lo hace esencialmente por la calidad de la plantilla. Cuando pierde, la culpa siempre recae, de manera casi sistemática, en un entrenador al que por ahora nunca se le ha caído el equipo de manera completa. El silencio de Serra en una semana complicada ha tenido el buen colofón de una victoria necesaria ante el Villarreal. Durante muchas temporadas, un grito de guerra recorrió las tribunas del Benito Villamarín: "Y no pueden con él, y no pueden con él". El protagonista del mismo era Rafael Gordillo. En estos tiempos en verdiblanco, lógicamente en otro contexto, el cántico se adapta a la perfección para definir el espíritu de resistencia de Setién ante sus oponentes. El sábado, derbi en Nervión. A ver si la afición del Betis valora que este cántabro fue el técnico que le metió CINCO al Sevilla. También que de los tres derbis que disputó, ganó dos y empató uno.