Un Betis apestoso

Zona mixta

Rafael Pineda 24/04/2019

El peor Betis de la era Setién asomó en un partido ridículo en Valencia ante el Levante. Una caída espectacular, dolorosa, triste, y, hasta cierto punto, inesperada. Sobre todo porque a pesar de los avisos de agotamiento que estaba dando el equipo, una vez más pésimamente planificado desde el verano y grotescamente reforzado en enero, el Betis había jugado bastante bien aunque perdiera ante el Sevilla y el Valencia. También es cierto que en este tipo de encuentros la necesidad se impone a la nada, que fue lo que reflejó el Betis frente al Levante, que se jugaba la vida. El problema estuvo en la forma, en las maneras de un equipo roto, entregado y sin chispa. En el nivel de futbolistas como Emerson, Sidnei, Bartra, Kaptoum, Loren o Sergio León. Puestos a pensar mal, pareció que el Betis estaba comprado por el Levante por su increíble bajada de brazos en el Ciutat de Valencia. También quedó manifiesta la incapacidad de Setién para detener la caída de este equipo que, probablemente, tenga dificultades para ganar algún partido de los cuatro que restan por jugarse.

El momento es complicado. Las tres últimas derrotas han descabalgado al Betis de la pelea por Europa y la imagen mostrada frente a un equipo que había ganado uno de los últimos nueve partidos es, sencillamente, intolerable, casi indigna de una entidad como la bética. La goleada acaba con los razonamientos de Setién para defender a su equipo, al que calificaba de vivo, con razón, después del choque ante el Valencia. El esperpento contra el Levante es propio de un grupo muerto. Y muy muerto. Es la hora de dar la cara y tomar decisiones. Personalmente, sigo pensando que Setién se merece seguir en el Betis porque hay más cosas buenas que malas en su haber. Sin embargo, la afición reclama su cabeza. Setién tiene responsabilidad, sin duda, en el espantoso final de la Liga que está haciendo el Betis, aunque esta responsabilidad debe compartirse con la incapacidad de los que mandan al confeccionar un plantel que no es tan bueno como se pregonaba y que ha llegado muerto al tramo decisivo del ejercicio. Se acabó la temporada del Betis y es el momento de tomar decisiones. Haro, Catalán y Serra tienen la palabra. El proyecto se tambalea de manera evidente.