El Sevilla en Europa, toda una hazaña

Zona mixta

Rafael Pineda 05/05/2019

El Sevilla será, como mínimo, séptimo clasificado en esta Liga, por lo que la próxima temporada jugará en Europa al menos desde la disputa de las rondas de clasificación de la Liga Europa. El séptimo de la Liga española comenzará a competir el jueves 25 de julio en la segunda ronda de clasificación. Un camino que el Sevilla conoce bien después de lo ocurrido en este ejercicio. El Sevilla ha logrado clasificarse para Europa en 15 de las últimas 16 temporadas. En una de ellas (2013-14), después de quedar noveno en 2013 y que la UEFA castigara a Málaga y Rayo por incumplir las normas financieras de la institución europea.

La clasificación europea de este curso debe analizarse como una auténtica hazaña teniendo en cuenta la cuesta abajo emprendida por el Sevilla desde el verano de 2017. Los datos son evidentes. Berizzo, Montella, Caparrós, Machín y de nuevo Caparrós ocuparon el banquillo a medida que los fichajes que iban llegando carecían del rendimiento ofrecido en anteriores temporadas. Muriel, Kjaer, Banega, Arana, Pizarro, Nolito, Corchia, Geiss, Carole, Jesús Navas, Layún, Sandro y Roque Mesa aterrizaron a lo largo de la temporada 2017-2018. Básicamente, solo Navas y Banega han ofrecido un buen rendimiento. A partir de este verano, la planificación realizada por Caparrós (que no quería ser director deportivo) y su equipo ha empeorado a la realizada el ejercicio anterior: Vaclik, André Silva, Amadou, Gnagnon, Promes, Aleix Vidal, Gonalons, Sergi Gómez, Munir, Rog y Wöber. Unos 80 millones invertidos para que solo Vaclik, André Silva y Munir hayan ofrecido pinceladas. Una deficiente gestión que fue definida por Caparrós como "la mejor plantilla de la Liga". Y esto fue dicho más de una vez.

Y sin embargo, el Sevilla es equipo europeo. Básicamente, gracias a los rescoldos de la planificación de Monchi (Mercado, Carriço, Sarabia, Banega, Vázquez y Ben Yedder), la fortaleza atávica y casi mágica del equipo en Nervión y el impulso de una afición que exige y hace que los dirigentes mantengan la guardia a pesar de los evidentes síntomas de decadencia. Una caída debida, básicamente, a la mala toma de decisiones en la parcela deportiva y en la elección de la dirigencia de los hombres destinados a llevar esta parcela. Lograda la hazaña europea, el regreso de Monchi ha sido, sin duda, la mejor y casi única buena decisión de José Castro y su equipo. Ahora, cuando el Sevilla puede ser 4º, 5º, 6º o 7º, duele que el equipo haya dejado escapar tantas oportunidades para agarrar la cuarta plaza. Conviene constatar, quizás, que la empresa era demasiado grande para el potencial de la plantilla. Incluso si lo consiguiera, algo que habría que definir como producto de un milagro interestelar, Monchi no debería dejarse deslumbrar por ese acontecimiento. Han sido demasiadas las actuaciones decepcionantes de un equipo que ha jugado al fútbol de manera horrible. Aunque sea europeo.