Día de final de la Copa en Sevilla

Zona mixta

Rafael Pineda 18/04/2020

Sevilla está vacía. Justo el mismo día que miles de aficionados vascos deberían estar llenando de colorido sus calles, paseando por sus avenidas y consumiendo en sus bares. Una serpiente de hinchas rojiblancos y donostiarras que hubieran pernoctado en los hoteles y habrían dinamizado la economía de la capital. Y no solo de Sevilla, también de ciudades y localidades cercanas. La extraña realidad del virus acabó con la gran fiesta del fútbol español, que es sin duda la de la final de la Copa del Rey. El estadio de La Cartuja hubiera dejado de ser un espectro para convertirse en el centro de reunión del fútbol español. Si desierta está Sevilla, el alma se cae en pedazos al pensar cómo puede estar ese estadio sin vida, como tampoco tiene vida el parque del Alamillo que le separa de la ciudad.

Esté sábado 18 de abril, enésimo día de la marmota, España y Sevilla viven en el marasmo. La fiesta del fútbol fue una ilusión y nadie sabe cómo se podrá plasmar esa ilusión en una realidad que llene de cierta alegría e inversión a la capital sevillana. Ahora, en medio de la tristeza, las noticias sobre la dificultad para acceder al estadio de La Cartuja se analizan con añoranza y ternura. Sin embargo, todo está a la espera sin que nadie sea capaz de diseñar un mínimo horizonte que permita el regreso a la competición. Embotados por el confinamiento, aterrados por el chorro de noticias negativas e impactados por el desarrollo del futuro más cercano, los sevillanos apenas respiran. Era un día de fiesta, un día de Copa, un día de trabajo, fútbol y negocio. Nadie sabe nada mientras los que deben conducir la nave tropiezan, erran y emiten delirantes cortinas de humo. La vida pasa por delante de nuestras ventanas anestesiada, entre el miedo y la preocupación por nuestros mayores, la incertidumbre sobre el qué pasará y una catarata de reproches que deja perplejo incluso al más optimista. La burbuja se rompió. Llegó el virus y mandó parar. Ahora, se necesitan líderes capaces de tomar decisiones valientes para volver a poner en marcha un país impactado de manera tremenda. Líderes en el gobierno, líderes en las comunidades autónomas, líderes en las alcaldías, líderes en las empresas y líderes en el ámbito del fútbol con la capacidad de gestión y la autoridad necesarias para hacer menos impactante la ruina que se viene encima. Hoy había una final de Copa en Sevilla...