Un 27 de abril que abrió la brecha entre Sevilla y Betis

Zona mixta

Rafael Pineda 26/04/2020

La historia vive de momentos. No hay más remedio que simplificar para poder entender y asimilar cuándo y por qué pasan las cosas. Durante muchos años, los caminos deportivos del Sevilla y el Betis habían caminado más o menos parejos. Todo cambió el 27 de abril de 2006. Sólo durante algunos instantes de la presidencia de Manuel Ruiz de Lopera se vivieron años de indiscutible jerarquía verdiblanca. La particular forma de gestión del dirigente, sin embargo, no mantuvo una línea de crecimiento en busca de una entidad más grande. Todavía en el fútbol de los 90 esa particular gestión podía ser sinónimo de éxito, pero acabó sepultada por un lamentable descenso en el año 2000. El Sevilla también descendió ese año. El Betis mantuvo durante tres temporadas cierto pulso, aunque el sistema loperiano mostraba fisuras. Un gran año de Juande no fue aprovechado para sentar unas bases sólidas. Dos cursos con Víctor Fernández pasaron sin pena ni gloria. Mientras, en el Sevilla se iba cociendo algo. Poco a poco, a fuego lento, aprendiendo desde la inexperiencia y el desconcierto, el Sevilla fue creciendo dando pasos pequeños, pero seguros.

El Betis tuvo todavía una última oportunidad. La llegada de Serra y una acertada política de fichajes junto a un buen grupo de canteranos cristalizaron, de forma inesperada, en un impresionante año 2005: título de Copa y una histórica clasificación para la Liga de Campeones. El Sevilla tuvo la virtud de reponerse del rejón que le había colocado el Betis, puesto que prácticamente le arrebató el puesto de Champions que durante toda la temporada había sido suyo. Notó el golpe, por supuesto, pero siguió a lo suyo. Llegó Juande Ramos y se conformó un equipo más potente, capaz de seguir escalando peldaño a peldaño. Un crecimiento sostenido que en el Betis se detuvo de manera abrupta. Simplemente, el Betis no estaba preparado. "El Betis será lo que quiera su presidente", sentenció Serra recién ganada la Copa en el AVE de vuelta de Madrid.

La fecha, el dato, el momento en el que se plasmó la brecha fue un 27 de abril de 2006. Este lunes se cumplirán 14 años. Una fecha inolvidable en el corazón del sevillismo. Antonio Puerta sustituía a Adriano en el minuto 77. Su disparo en el minuto 101 destrozó al Schalke y metió al Sevilla en su primera final de la Copa de la UEFA. El Betis se mantuvo con muchos apuros en Primera. Puerta plasmó con su zurda una brecha que todavía se mantiene. Desde ese 27 de abril de 2006, el Sevilla ganó cinco Copas de la UEFA; dos Copas del Rey, una Supercopa de Europa y otra de España. Además, ha participado en competición europea en catorce de las últimas quince temporadas, con cinco participaciones en la Liga de Campeones (llegando en 2018 a los cuartos de final de la competición). En este camino, conviene destacar también que jugó dos finales de Copa (2016 y 2018), perdidas ante el Barcelona.

El Betis, desde ese 27 de abril, ha militado tres temporadas en Segunda División después de acumular dos descensos (2009 y 2014). El de 2014, con 25 puntos, vino después de jugar en Europa, pues fiel a su irregularidad, se clasificó para la Liga Europa en 2013 y 2018. En 2013 quedó séptimo y en 2018 sexto. De estas 15 últimas temporadas jugó tres en Segunda y solo estuvo entre los 10 primeros de Primera en 2013, 2016 (10º), 2018 y 2019 (10º). Sevilla y Betis han coincidido en Primera en 12 cursos desde ese 27 de abril de 2006. El Sevilla quedó por encima en 10 de esos 12 ejercicios y ha ejercido un dominio casi insultante en los derbis (14 triunfos del Sevilla, 7 empates y 5 victorias del Betis). Todo se cambió a partir de ese 27 de abril.