muchodeporte.com : Rafael Pineda

Entre la dignidad y el grosero error de González Fuertes

Zona mixta
Rafael Pineda
Rafael Pineda
04/07/2020

Más que analizada está la debilidad estructural del Betis, el fracaso de esta temporada y tiempo habrá para valorar el enésimo cartucho que Haro y Catalán se disponen a gastar para mantenerse un año más en la cúpula verdiblanca. Algún día es posible que suene la flauta, sin duda, pero la situación del Betis requiere una intervención mucho más profunda que cambiar cada año de entrenador y director deportivo. Se saldó el partido de Vigo con un empate que separa en un punto más al Betis de la zona de descenso, lo que conviene valorar teniendo en cuenta las sensaciones que ofrecía el equipo bético. Esas sensaciones negativas que afloraron en un primer tiempo de nuevo pésimo, sin que los cambios tácticos de Alexis mejoraran a un equipo poblado de centrocampistas sin desborde salvo Canales y dos delanteros a los que no llegó ni un balón. En el enésimo regalo, los béticos pudieron contemplar cómo se cumplía, una vez más, lo que presentían antes del inicio del partido: que Nolito le marcaba a su equipo se daba por seguro.

El Betis y Alexis rectificaron en la segunda mitad. Los jugadores tiraron de dignidad y el técnico estuvo muy atinado en los cambios. El Celta se derrumbó y el conjunto bético pasó a dominar el encuentro mostrándose superior. Quedó constatado que Joaquín, con el bastón, es infinitamente mejor que Aleñá pegado a la banda derecha, y que Tello es un futbolista que necesita continuidad para aportar a un Betis mucho más peligroso con extremos. Con esos cambios y la aportación incansable de Canales, el Betis igualó el partido de manera justa.

Y queda pendiente el capítulo González Fuertes. Debo reconocer que en primera instancia no me pareció penalti la acción de Rafinha sobre Guardado porque consideraba que el golpeo era con la cadera y se producía después del remate del bético. Sin embargo, viendo la acción de nuevo se observa de manera evidente que Rafinha golpea el pie de Guardado en el momento del disparo, algo que también se demuestra por la trayectoria del balón. Un golpeo de empeine de volea que acaba siendo de exterior por el impacto del rival, con lo que la pelota sale hacia la izquierda. González Fuertes vio la acción y pitó penalti. Martínez Munuera, en el VAR, le indica que revise la acción en el monitor. Algo inaudito porque la imagen que se revisa no expone ningún error garrafal del colegiado, que había acertado en la primera decisión. En contra de la norma, el VAR acaba provocando que una acción en la que hay contacto y es penalti se anule cuando no existe un error clamoroso en la decisión del árbitro principal. ¿Cómo es posible que González Fuertes vea la acción en el monitor y se eche atrás? Los protagonistas explican que el árbitro entiende que Rafinha toca el balón antes de impactar a Guardado. Es una deducción imposible de ver en las imágenes ofrecidas por la realización televisiva. Una decisión muy complicada de explicar que privó al Betis de un penalti y que muestra la ausencia de criterio y tino en la utilización de una herramienta tan valiosa como el VAR. Los que sostienen que el Betis es objeto de una persecución arbitral se llenan de razón con decisiones como la de González Fuertes en Balaídos.


muchodeporte.com Más Artículos