El Sevilla, a por la Liga

Zona mixta

22/08/2021

Afirma mi admirado Víctor Fernández que la primera premisa para conseguir algo es creer firmemente en poder lograrlo. ¿Puede el Sevilla ganar la Liga? Puede, por supuesto que puede, aunque lo primero es que todos los sevillistas lo crean, desde el primero hasta el último. Víctor Fernández, no podemos olvidarlo, es el único periodista deportivo andaluz con influencia nacional después de la increíble retirada de un genio como Alejandro Delmás. De ambos, por cierto, podemos disfrutar en este medio, donde anidan también otros genios que ahora se solazan a la falda de los Pirineos. El Sevilla tiene organización, talento, experiencia en lograr títulos y una masa social irreductible. Pero sobre todo, y es lo que más importa, una excelente plantilla a la que Monchi, otro talento andaluz, sigue haciendo crecer. Y un muy buen entrenador, cuqui, pero muy buen entrenador, Julen Lopetegui. El Sevilla, por supuesto, está en la casilla de salida para aspirar a la Liga junto al Madrid, el Barcelona y el Atlético de Madrid. 

Disfrutamos de la primera Liga sin Messi y es una gozada ver partidos como el Athletic-Barcelona, jugado de poder a poder, donde un buen conjunto vasco puso en apuros al catalán, que se rehízo para lograr un muy buen empate. Lejos de la dictadura de Messi, el choque fue fantástico. Ya solo queda desterrar del pensamiento general, sobre todo de esos aburridos medios nacionales, de que un empate en San Mamés es un pinchazo del Barcelona. ¿Pinchazo por qué? ¿Por qué no ha ganado 0-8? Creo que es hora de que se ponga fin a la dictadura del Barcelona y el Madrid en la Liga española, que crecerá con partidos como los del sábado, aumentando la competencia general y generando una emoción competitiva que se traduzca en que cada choque sea una guerra sin cuartel. Porque la gestión de Javier Tebas, presidente de la LFP, está consiguiendo que cada vez más veamos encuentros tan interesantes como el de San Mamés y no becerradas en las que Madrid y Barcelona goleaban al resto de los equipos para divertimento de unos medios tan parciales que son incapaces de darse cuenta de su propia ridiculez al vestir de forma constante la camiseta del Madrid y el Barcelona. Se pueden admitir las diferencias, pero jamás las desigualdades históricas. Si el Barcelona está arruinado es producto de una mala gestión de sus dirigentes. El aficionado al fútbol, después de tantos años de dictadura, confunde el empobrecimiento del Madrid y el Barcelona con el de la Liga en general. Y no es así, ni mucho menos.     

En este contexto más igualado es donde relucen formidables equipos como el Atlético de Madrid y el Sevilla, como hace 20 años el Valencia. Entidades que aspiran a derribar el orden establecido desde la buena gestión y no la nobleza de sangre que hace que Madrid y Barcelona, con el increíble asentimiento general, sean candidatos por decreto. La Liga ganará a medida que los dos gigantes tengan problemas. No lo entenderán los medios deportivos nacionales. Es su problema. Sus informaciones desvariadas y sesgadas cada vez encuentran menos acogida. El Leicester ganó en 2016 una Premier y en Italia Milan e Inter han pasado por serios problemas. La Juventus no ganó la última Liga y no ha pasado nada. El Sevilla, por lo tanto, debe aspirar a lo máximo y poner el empeño que le hace ganar una Copa de la UEFA tras otra también en ganar una Liga. Con la misma fe y la misma creencia. Ya lo avisaron los argentinos del plantel. "Tenemos solo una Liga y la siguiente la vamos a ganar nosotros". En eso consiste la creencia. Y si no se logra, tal y como afirmaba el gran poeta Joan Margarit, "una herida es también un lugar donde vivir".