Nadie resiste a las derrotas

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 02/03/2019

La vida nos puede parecer maravillosa, pero sus leyes salvajes van abriendo y cerrando caminos. La ley del fútbol es rotunda: ningún entrenador puede resistir en el cargo cuando no gana. Los resultados van a echar a Machín, no hay solución. Cualquier decisión que pase por mantener este absurdo de sumar seis puntos de 30 dejará abiertas muchas dudas y activada una bomba a punto de explotar. Todos, y el primero yo, cometimos el error de pensar que el entrenador del Gerona estaba listo para continuar con la grandeza del Sevilla. Ha sido un error. Es la vida, ahora toca asumirlo con resignación y tomar decisiones. Caparrós y Castro pueden elegir mantenerse firmes en el proyecto, pero deberán tener razones muy poderosas para alargar la presencia en el banquillo de un entrenador que no gana.  Porque, además, no se trata de destituir a un técnico, lo más importante es acertar con el sustituto y saber si mantendrán este perfil pobre y agradecido que el Sevilla requiere últimamente a sus candidatos.

Y vuelvo al mensaje. La derrota en Huesca no fue lo peor que le sucedió al Sevilla. La sensación que a uno le llega de que el empate les hubiera servido a todos es aún más decadente que perder ante el colista. A día de hoy, no veo la diferencia entre lo hecho por Óscar Arias y Caparrós. Dos años después, el único jugador con nivel elevado es Ben Yedder, herencia de Monchi. La fuerza del equipo se va minando poco a poco, como esas enfermedades que te apagan irremediablemente de manera silenciosa. Ojalá en esta apreciación también esté equivocado, tal como me equivoqué con Machín.