Setién, el nuevo Biriperiodista
Me levanto y me voy
Víctor Fernández 30/04/2019 |
El Betis lo ha vuelto a hacer. Ya tiene a su habitual cabeza de turco. Setién no es un entrenador fracasado, es el argumento perfecto para tapar el fracaso. El Betis ha demostrado durante la mayor parte de su historia que está incapacitado para empalmar dos temporadas exitosas. Lo hizo Manuel Ruiz de Lopera y luego se paró en seco. Con este historial, ¿se puede calificar de fracaso esta temporada que aún no ha finalizado? Si la respuesta es no, se entiende la presencia aún en el banquillo de Quique Setién. Si las exigencias eran otras y, por lo tanto, la respuesta es sí: ¿Cómo diablos no se le cortaron las alas hace tiempo? La conclusión es evidente, Setién es el nuevo Biriperiodista: la excusa perfecta ante el chaparrón final. Mientras siga ahí abajo, nadie se acordará de Lainez, ni del fichaje estrella del Barcelona, Emerson, ni de Jesé, a quien yo llamo Yesé inexplicablemente…
M.A Barracus. No he visto en un campo a nadie más parecido al recordado M.A Barracus que Gnagnon. Es injusto que él cargue con el peso del ridículo protagonizado en Gerona. Salió al final, obligado por la lesión de Carriço, pero su exposición pública desprende ese aire de equipo menor, en caída, fuera de forma, con tintes de medianías e inversiones fallidas que representa este Sevilla que llega al final de la temporada arrastrando los zancos. Que el club aún puede meterse en Champions es una realidad, la misma que muestra a un Sevilla con más de diez futbolistas que no dan el nivel para acompañar a la grandeza. El Sevilla dio pena en Montilivi y esa miseria no la puede borrar ni siquiera un milagroso cuarto puesto aún posible. Pase lo que pase, no duden al final de la temporada y desbrocen todo desde el delantero hasta el banquillo.
Se acabó. Banega representa a la perfección el fin de ciclo de este proyecto que tuvo un inicio el pasado verano y tendrá un claro final en mayo. El pueblo pide cosas sin reflexionar. El sevillismo lleva un año exigiéndole al club que venda el Sánchez Pizjuán para ampliarle el contrato a Banega y renovar a Sarabia. El argentino ha dejado de jugar al fútbol y de ser un referente. Sarabia es un magnífico futbolista, pero si la necesidad lo convierte económicamente en un crack, sin duda, habría que revisar los motivos por los que ha bajado tanto el nivel y la exigencia.
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