No imiten al Gobierno

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 23/03/2020

Nadie nos avisó de que esto iba en serio. "Les va la vida en ello", decía la vicepresidenta Carmen Calvo, animando a todas las mujeres a acudir a la manifestación del 8-M. El experto Simón nos tranquilizaba asegurando que el paso del coronavirus por nuestro país sería anecdótico. Pedro Sánchez disfrutaba de la presidencia y Pablo Iglesias sonreía al ver a Irene Montero encabezando la manifestación. Días después, vimos las primeras nubes negras a lo lejos. Entendimos que esto podía complicarse cuando nos quedamos sin fútbol y renunciamos a sacar la túnica del armario. Ahí tomamos conciencia. La realidad, luego, nos explotó en la cara cuando los muertos empezaron a caer en cascada. Y aquí estamos, en manos del destino.

Javier Tebas intentó mantener viva la esperanza de recuperar el fútbol muy pronto. Volvía a mostrarnos su perfil más competente y profesional, mientras que Rubiales tiraba del cansino discursito basado en el buenismo: "Lo importante es la salud". Como buen sindicalista, su aportación  para solucionar el asunto era nula. Mientras el Gobierno lloraba y asumía la suspensión de pagos y animaba a los autónomos a darse de bajas, Tebas luchaba contracorriente. Tras dos apariciones incalificables de Pedro Sánchez este fin de semana, hasta Tebas ha asumido que la situación está descontrolada en manos de tanto incapaz y que no había más remedio que parar en la esquina. El fútbol no tiene fecha de regreso y la reanudación del campeonato parece ahora mismo muy lejana.

No hay que ser un elegido divino para entender que la prioridad es salvar vidas. No insistiré en eso. Bastantes imbéciles hay ya acudiendo a mensajes vacíos de la hermandad, el valor de la salud y los beneficios espirituales de la soledad y la reclusión. De ellos ya escribieron San Juan de la Cruz y Santa Teresa, pero es más fácil salir al balcón con una vela que leerlos. El fútbol está en cuarentena, no puede ser de otra forma. Pero sería un error renunciar a todo y entregarse a los despidos temporales. Paco González ha dado muestras este fin de semana en la Cope de cómo se puede sostener un pilar en medio del huracán. En este caso, su periodismo capitalino ha sido un ejemplo. Al igual que el esfuerzo de los medios oficiales del Sevilla y Betis ofreciéndonos dos atractivas entrevistas con Lopetegui y Joaquín. El fútbol se ha parado en seco, pero hay mil fórmulas para mantener vivo el circo. Los medios sevillanos (son muchos los ejemplos) siguen peleando con orgullo. Renunciar a todo sería adelantar el desastre. Tebas debe ponerse al frente de esta nueva y complicada aventura.