Presentado a Sevilla

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 11/02/2021

Mi eterno Carlos Morán debe estar relatando, su estado habitual, por las esquinas de esa bendita dimensión por la que anda desde hace unos meses. Por allí ya hay muchos seres queridos que nos recibirán sin falta cuando llegue nuestro momento. Supongo que ya le habrá llegado, como a mí, ese ingenioso vídeo (@elpaquito_2) en el que Jordán se viste de Pilatos para presentar al pueblo a Koundé después de su exhibición ante el Barcelona. Sin duda, una forma diferente de entender el fútbol y la vida. El sevillismo disfruta con pasión de ese gato silvestre capaz de brincar por encima de sus posibilidades, huir del peligro con habilidad y plantarse con sigilo en el área contraria. A Koundé, como felino que es, nunca lo ves llegar pero aparece. Jamás regala una carrera sin premio y sabe cuándo es el momento de ocultarse. Presentado queda.

Mi querido Carlos estará rabiando: ¡Vaya tela, no había otro pasito para la guasita…”. No sé si Koundé permanecerá mucho en el Sevilla porque su dimensión es inabarcable, pero haga lo que haga dejará en el recuerdo de los aficionados partidos como los que nos regaló el otro día. Hay personas que nacen con un don y con un evidente sentido en la vida. Como el del inolvidable Carlos, una de las pocas personas del mundo que puede decir con orgullo que él ha vivido para presentarnos al Señor cada Martes Santo. ¿Se puede tener un mayor privilegio? Ya tendrá hecha otra cuadrilla, seguro. ¡Arriba el hijo de Dios! ¡Jordán!, menos pasos quiero… ¡No correr…!