Éste es Haaland

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 18/02/2021

El Sevilla está virtualmente eliminado.  El cronista siempre deja la puerta abierta a lo imposible por el temor a afirmar algo que aún no se ha concretado. Pero es más por esa manía de querer salvaguardar el ego que por lo que piensa realmente. El Sevilla está virtualmente eliminado porque hizo en 45 minutos todo lo contrario que requería el partido: regalar muchos balones en las salidas y dejarle una autopista al gigante Haaland para que se desatara. Fue un grave error que sólo duró un rato, pero lo suficiente para que se convirtiera en devastador. Es lo que tiene la alta competición, los despistes suelen ser mortales. El partido pasó por encima de Rakitic, Papu y Jordán. El ritmo del croata es, cada día, más decepcionante. A día de hoy no está para esta exigencia. Oliver Torres le dio al partido mucho más fútbol, más velocidad, más sentido, más criterio y el ritmo decente que exigía la cita. El miedo paralizó a Diego Carlos y Koundé, que parecían huir de la sombra del gigante noruego. Sólo Fernando, cuando Lopetegui lo incrustó entre los dos, fue capaz de frenarlo.

Es cierto que este equipo alemán no había despegado con garantías en toda la temporada, pero aventurar en las previas una evidente superioridad sevillista era una osadía. Vivir en análisis simplistas es la tendencia actual en este mundo de lo inmediato y de las opiniones aceleradas sin fundamento. Sin duda, el partido del tanque noruego fue un baño de realidad para el Sevilla y para tanto analista cateto. Ha marcado en sus primeros 13 partidos en Champions 18 goles. ¿Saben cuántos marcó Cristiano Ronaldo? La respuesta es ninguno. Benzema no hizo ni la mitad (8). Este es Haaland. La élite exige análisis mesurados y no estupideces que igualan al Sevilla hasta con el… PSG. La grandeza no permite el más mínimo error. La reacción del equipo fue admirable y es la prueba de que este equipo está preparado para competir. La vuelta se jugará después de pelear en Barcelona por un puesto en otra final de Copa. El Sevilla está virtualmente eliminado, pero ya nos lo dejó escrito nuestro maestro Araújo: “No eleven nada a definitivo”… Una sabia lección para evitar que te tiren la crónica a la cara.