La obra de Pellegrini

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 12/04/2021

La propaganda sólo sirve para engañar al pobre de espíritu y acercar la destrucción. Te envuelve en un fino manto que provoca una falsa felicidad mientras la vida anda por otro camino muy distinto. Un buen entrenador sirve para engrandecer los proyectos. Envuelve al equipo con un discurso y métodos elitistas que permiten enfrentarte a la realidad con descaro e ilusión. Este Betis es la obra de Pellegrini, autor de un equipo digno que no necesita de la propaganda para mantenerse en pie.

El Atlético de Madrid salió del Villamarín firmando el empate y conformándose con mantenerse en el liderato por un punto. Mañana será otro día. Ruibal, Emerson (en dos ocasiones), Joaquín y Lainez tuvieron en su mano el golpe definitivo a la competición. A la Liga le quedan dos ratos y el Betis pelea por ese deseado quinto puesto. En unos meses, Pellegrini ha sacado a un grupo de jugadores perdidos en las tinieblas y lo ha situado en el primer escalón después de los cuatro de arriba. Más allá, a día de hoy, es imposible. El mejor Fekir no apareció y el salvavidas Canales sigue en su reseteo particular; pero apareció Joaquín en el puesto de delantero, Tello volvió a regalar cosas interesantes y un golazo y Laínez asomó la cabeza. El gol tempranero hubiese fulminado al Betis en otras épocas no muy lejanas, ahora reacciona como un equipo con ambición y firme. Pasan las jornadas y Pellegrini saca de cada jugador su mejor perfil. Algunos desaparecen y otros toman el relevo. No hay decisiones agradaoras, sólo movimientos ganadores acompañado por el viento favorable que siempre impulsa a los buenos. Este mismo equipo merodeó por el precipicio la temporada pasada y ahora pelea por ser el primero después de los inalcanzables.  Ha luchado contras las propias carencias. Es la obra de Pellegrini que merece un final feliz.