Ridículo

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 16/05/2021

Ridículo. Sí, ridículo espantoso. Los histéricos ya habrán blasfemado contra mí sin empezar a leer la primera línea. Con la imagen del Sevilla en Villarreal, el titular parece dirigido intencionadamente a destacar el papelito que hizo el equipo. El histérico ya me habrá lanzado un par de insultos por atreverme a destacar la horrorosa imagen de los sevillistas en La Cerámica por encima de la espléndida temporada firmada. No se preocupe, histérico de mi vida. Aquí el único que ha hecho el ridículo soy yo. Me explicaré.

Hace algunas semanas me atreví con descaro a regalarle al Sevilla muchas opciones de ganar el título de Liga. Así lo creía y no dudé en ofrecer una opinión valiente. Asumo el ridículo protagonizado. Al Sevilla aún le queda mucho para presentarse con garantías en esta exigente batalla. La deficiente gestión en estos últimos cuatro partidos demuestra mi injustificado atrevimiento. Nunca fue un aspirante serio a la Liga porque, simplemente, no está preparado. La derrota ante el Athletic de Bilbao fue la muestra evidente. Aún me pregunto (lean mi aturdimiento en el artículo anterior) el motivo por el que Lopetegui quitó a En-Nesyri y a muchos titulares el día clave. El entrenador volvió ayer, con la opción de pelear el tercer puesto, a insistir en la suplencia de su goleador. Quizá haya algún argumento esotérico que yo desconozca. Y pasó lo que tenía que pasar, que Bacca se comió a De Jong.

En unas semanas, la temporada del Sevilla será analizada con la luz brillante que se merece. Aún puede superar su récord y quedar tercero. Le sobró media hora ante el Borussia y le faltó el acierto de Ocampos en el Camp Nou, dos detalles que han evitado la excelencia. Su compromiso liguero fue destacable, metiéndole 20 puntos al quinto hace ya un puñado de partidos. Aquí el único que ha hecho el ridículo he sido yo por creer que estaban preparados para el salto definitivo.