Victimismo

Me levanto y me voy

Víctor Fernández 25/10/2021

Dice el maestro Escohotado que "no hay que dar de comer al victimismo porque es una forma de eludir la responsabilidad". Hay que alimentar la crítica, sin duda, una labor mucho más constructiva y productiva. Tras algunas penosas representaciones lejos del Sánchez Pizjuán, con el correspondiente enfado de los aficionados y de esa corriente de opinión que no descansa, el club salió en defensa del entrenador con un tufo victimista y antipático. Radicalizó la defensa del entrenador en un aspecto indefendible. Tan absurda es la crítica exagerada como el respaldo desatado y... victimista. Nadie le ha pedido jamás al entrenador del Sevilla lo imposible ni nadie ha pretendido restarle su importancia en el proyecto, sólo se le recordó a los que mandan después de algunos pobres episodios que la ambición hay que demostrarla en cada momento de la competición. De los diez goles que ha marcado el Sevilla en las primeras partes, 9 los ha conseguido en casa y uno fuera. La mediocridad mostrada en campos menores y la tendencia a tirar las primeras partes no son ataques injustificados a la labor del entrenador, es una realidad que este poderoso Sevilla no debe permitirse.

El entrenador tampoco puede perder el tiempo alargando la toma de decisiones. El fichaje de Rakitic ha sido un error para no reconocerlo desde ya con humildad y valentía. Nadie puede echarle nada en cara a los que moldearon el regreso del croata. Seamos sinceros, todos aplaudimos la gestión. Pero sí sería imperdonable y una pérdida de tiempo no asumir cuanto antes la decadencia del ídolo. La vida es así de cruda. Óliver ha demostrado en dos ratos que su fútbol le ha pasado por el lado. Ha llegado su momento. El moralo firmó ante el Levante un partido espléndido, confirmando para los que aún no lo quieren ver que suma al equipo todo lo que Rakitic le resta. Munir también se sube al carro, y es que las cabezonerías no sirven para nada. El trabajo y la creatividad siempre es más productiva que el victimismo.