Cuando en el rugby mandaba el romanticismo…

J.A.J. 04/02/2021

Hubo un tiempo no muy lejano en el que Sevilla presumía del mejor equipo de rugby de nuestra Piel de Toro. Un equipo que congregaba a más de 2.000 personas cada vez que tenía que dejar los puntos en casa. Nadie faltaba por si alguien pasaba lista. Nadie, porque ver un rato de buen rugby les daba la oportunidad de ver ganar a su equipo y de disfrutar de ese tercer tiempo tan típico de un deporte tan cosmopolita. El Ciencias, que en sus años dorados ganó Ligas, Copas, hasta la final que designaba al mejor elenco de la Península Ibérica.

Muchos de los componentes de ese legendario plantel (Bosco Abascal, los hermanos Torres Morote, Marco Justiniano, Javi y su hermano Marcos Campeón, Eduardo Cecilia) son noticias estos días por la aparición de una cinta mitad documental-mitad película en la que se glosa el devenir del rugby patrio de los años 80. Un rugby plenamente amateur, puede que más puro que el actual. Un rugby en el que casi todo el mundo tenía cabida. Era cuestión de compaginar los horarios laborales, los de entrenamientos y los de los partidos para contarle a los amigos de la pertenencia a esos clubs que tanto nos sonaban sin necesidad de patrocinios que renombraran a nuestro Ciencias o al laureado El Salvador. ‘Quince’, de Casimiro Oltra. 

PD: Como bien apunta el bueno de Fermín de la Calle en El Confidencial, a mediados de los años 80 Casimiro Oltra era un joven niño sevillano al que le apasionaba el rugby. Todos los fines de semana jugaba con sus amigos en el viejo campo del colegio Portaceli de Nervión y después tenía la suerte de alternar con muchos de sus ídolos porque su equipo entrenaba en Chapina junto a muchos de aquellos míticos jugadores que formaron el Monte Ciencias. 25 años después, Casimiro se ha labrado una respetada carrera en el mundo audiovisual con su productora. Ha montado documentales deportivos, entre otros sobre el centenario del Real Betis, y ha realizado varios anuncios de campañas de abonados del Sevilla FC.