La regatista sevillana Pilar Lamadrid ha mostrado su desilusión por no tocar metal en los Juegos Mediterráneos de Orán (Argelia) aunque ha considerado que, "pese al mal sabor de boca sabiendo que tenía cerca el objetivo", con su cuarto puesto se va con "un enorme aprendizaje" para París 2024.
"Se nos escapó un poco del objetivo, que no era otro que pelear por la medalla, algo que hice, liderando la clasificación una jornada y siendo tercera otra. Pero la cuarta plaza final deja un mal sabor de boca, sabiendo que tenía tan cerca el objetivo", dijo a EFE.
No obstante la sensación de desilusión, la regatista sevillana de la clase iQFoil señaló que salen de los Juegos Mediterráneos "con un enorme aprendizaje sobre este tipo de regatas con tan poca flota, en la que la pelea por entrar en el 'top' es contra dos o tres en concreto”.
La actual número 1 del ránking mundial de la disciplina, que se estrenará en el programa olímpico de París 2024, apuntó que “lo sucedido en Orán es algo que va a ayudar en conseguir el objetivo de los Juegos Olímpicos: queda tiempo para la clasificación, hay que seguir trabajando día a día”, añadió.
Con la mente puesta en próximas competiciones, la regatista del Club Náutico Puerto Sherry avanzó que “lo próximo es el Mundial de octubre en Brest (Francia)", en el que peleará "por estar arriba" y "si se puede luchar por una medalla mucho mejor", aunque "el nivel será muy alto".
"Hay que darlo todo para el Mundial, con la mirada en el horizonte de París 2024”, aseveró Lamadrid.
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